Cuesta arriba fue el camino para José María López tras el frustrado ingreso a la Fórmula Uno y el espejismo del USF1 conducido por Peter Windsor, allá por 2010.
Le costó un par de años recuperarse, sobre todo mentalmente, luego de esfumarse su, seguramente, última posibilidad de ingresar a la máxima categoría, sueños de todo piloto.
Es que esa oportunidad se le presentó nada menos que luego de pelear hasta la última fecha el título de Turismo Carretera que quedó en manos de Emanuel Moriatis, de obtener el bicampeonato de TC2000 y de consagrarse por primera vez en Top Race V6.

Un andar con espinas lo separó de este presente con flores en Súper TC2000, donde hoy demostró que sus muñecas fueron indemnes a aquel contratiempo y que si bien le costó recuperarse, permanece en el lote de los mejores pilotos del país.
Lo hizo obteniendo un título en aquella categoría en un equipo no oficial y con un Focus que tuvo un andar notable, con Alberto Scarazzini y Javier Ciabattari como grandes responsables de ese rendimiento, aún en las primeras fechas en las que su piloto fue el brasileño fue Carlos "Cacá" Bueno, quien por caso hizo podio en el histórico callejero de Buenos Aires.
Lo consiguió, también, después de competir en las tres primeras fechas con resultados no muy buenos con el equipo Pro Racing y a bordo de un Fiat Linea.
Hizo la pole en su debut en el PSG16 en San Juan, y en las cuatro carreras siguientes no desperdició como en El Zonda la chance de terminar en lo más alto del podio de General Roca, Oberá, Rafaela y San Martín, Mendoza.
Allí hizo la diferencia, y luego la administró para llegar con tranquilidad a la definición y darse el lujo de ceder algunas posiciones y no entrar en roces para obtener el título.
El cordobés de Río Tercero permitió, además, el desahogo de un equipo dolido por la pérdida de un hijo pródigo, Guido Falaschi, cuyo recuerdo estuvo instalado en el box de Potrero del PSG16 (Por siempre Guido y el número que el piloto llevaba en TC), luego de la consagración.
Un nuevo título sumó el cordobés de Río Tercero a su palmarés, que incluye además un título en la Fórmula Renault 2000 italiana, otro en la Formula Renault V6 europea y su experiencia a bordo de un Formula Uno del equipo Renault, de cuyo programa de desarrollo de jóvenes pilotos formó parte.
Coronó así un año que se le presentó complicado en otras divisionales por no ingresar en las etapas decisivas de TC (Copa de Oro) y Top Race (Etapa Final), de la cual hasta se desvinculó al menos por este año.
Demostró, de esa forma, que su talento sigue vigente a sus 29 años y se llevó un nuevo título en Súper TC2000 en un año especial para la categoría, que cambió su denominación en esta temporada tras la incorporación de los potentes motores V8.

 

 El cordobés José María López reconoció vivir el título de campeón de Súper TC 2000 conseguido hoy "como nunca antes" y señaló que seguramente contó con la ayuda de "Dios, Guido (Falaschi) o alguien más".
"Esto es increíble. Vivo este título como nunca antes. Traté de concentrarme como siempre, pero no pude. Fue un año en que pasaron muchas cosas. Estuve a casi 70 puntos y corrí con un auto privado, por ejemplo. Seguramente estuvo Dios, Guido o alguien de nuestro lado", afirmó "Pechito" en conferencia de prensa luego de la coronación.
Además, el cordobés acusó a Matías Rossi, su principal rival por el título, de querer "sacarlo de carrera" y admitió que "rezó" en las últimas vueltas para poder concluir la competencia en Potrero de los Funes.

"Sufrí con el golpe de Rossi, me partió, su intención fue sacarme de carrera. Lo respeto como piloto pero esas cosas no me gustan. Los campeonatos hay que ganarlos dentro de la legalidad", se quejó el piloto de Río Tercero.
En esa dirección, agregó: "El auto me quedó mal, me saltaban los cambios y me costaba doblar a la izquierda. En la última vuelta hasta se paró el motor y había mucho humo. Recé mucho para poder terminar la carrera".
Por último, admitió que desde su última consagración y su posterior frustación por no poder llegar a la Formula Uno "las cosas no fueron fáciles".
"Después de 2009 las cosas no fueron fáciles, sentí mucha presión. Por suerte esto se revirtió y hoy podemos festejar", finalizó "Pechito".