Mucha agua corrió debajo del puente en Núñez, hasta que el presidente Daniel Passarella decidió dar un golpe de timón, incurriendo en otras de sus acostumbradas contradicciones, y echar a Matías Almeyda, uno de sus fieles “soldados”, que tuvo que irse por la ventana, como últimamente lo hicieron varios ídolos del club.

El despido del técnico, a pesar de lo mucho que se hablaba, no fue demasiado traumático, es más, lo solucionaron en cuestión de horas, e incluso Almeyda y Passarella, que mantuvieron ayer una reunión en la casa del Káiser, luego del cónclave se mostraron ante las cámaras saludándose afectuosamente, maquillando una situación que no daba para más.

¿Los motivos de su anticipada partida antes del final del torneo? Nadie lo quiso explicar, ni el propio Almeyda, que prefirió un discurso emotivo de despedida, poniendo a River por encima de los nombres y evitando “dejar mierda”, según dijo.

En tanto, a solo un año de las elecciones en la institución de Núñez, el presidente buscaría revertir su cuestionada gestión permitiendo la llegada de un entrenador que sea del agrado de los hinchas. Y ese es Ramón Angel Díaz, que desde hace un tiempo comenzó una movida mediática para calzarse nuevamente el buzo millonario, y por el cual los socios inundaron los foros pidiendo por su regreso. Claro está que el riojano no es del gusto de Passarella, con quien mantiene grandes diferencias, pero que no serían insalvalbles; tal es así que llegado el momento podría consumarse un “matrimonio por conveniencia”, de cara a un 2013 intensamente político.

Por estas horas, el nombre de Ricardo Gareca es la gran obsesión del Káiser y apostará sus fichas a convencerlo, de no ser así, Ramón tiene el camino allanado, aunque en River todo puede pasar...

Ya el presidente Daniel Passarella tuvo que apoyarlo el 19 de septiembre último, cuando casi toda la comisión directiva le quitaba el aval. “Almeyda merece más oportunidades”, dijo aquel día el Káiser, en un mensaje poco convincente y que avisoraba lo que finalmente terminó ocurriendo.

Con la historia sentenciada, Matías Almeyda, que agarró un hierro candente con River en la B, se despidió en conferencia de prensa. Apareció con los ojos vidriosos, cargado de tensión porque se tuvo que ir a pesar de que no quería. Mostrando su entereza no quiso “ensuciar la cancha” ni tirar palos en su último día como entrenador. “Dejé parte de mi vida por esta camiseta. Me consumí durante un año y medio”, sentenció Almeyda con relación al tiempo que estuvo al frente del equipo. “Lo importante es River, no Passarella ni yo, todos los demás venimos debajo de este escudo. Lo que tuve que hablar lo hice con el presidente, no sirve que uno deje mierda y se vaya. Cuando uno se da cuenta que no sirve más, se va. Me voy orgulloso y ojalá pueda volver como técnico o como dirigente cuando sea más grande”, resaltó el Pelado, que luego intentó explicar los motivos de su salida. “Surgió una reunión, quedamos de acuerdo que me tenía que ir. Si bien fue por intermedio de un diálogo cordial la salida, evidentemente llegamos a una instancia que se complicaba trabajar de esta manera. Seré el hincha número uno a partir de mañana”, concluyó

Matías Almeyda, riverplatense de alma, paradójicamente nunca llegó al alma del hincha como DT, al punto que la salida del cargo se dio mientras se convocaba por las redes sociales a un banderazo para pedir la vuelta por Ramón Díaz.

“Hablaremos con Ramón si él quiere”

“A partir de mañana (por hoy) vamos a hablar con tres o cuatro candidatos, y con Ramón será uno de los que vamos a hablar si él quiere hablar”, sostuvo Daniel Passarella, al retirarse ayer del predio de Ezeiza, donde participó de una última reunión con Almeyda y el resto del cuerpo técnico. El dirigente dijo además tener un “dolor grande” por el fin del ciclo de Almeyda.

Acompañado en su auto por el vicepresidente primero del club, Diego Turnes, aseguró que no ha hablado con ningún técnico y que recién ahora que Almeyda acordó su salida están “habilitados” para hacerlo, al tiempo que acusó a los periodistas presentes por “todas las mentiras que dijeron”, en alusión a las versiones que indicaban que echó a Almeyda por teléfono. “La salida de Matías es consensuada, creemos que es mejor para River tanto por parte de él como de parte nuestra”, sostuvo.

Por otra parte, el plantel millonario se entrenará hoy a las órdenes de Gustavo Zapata (actual DT de la reserva), quien dirigirá ante Lanús.