Luego de una larga jornada, cargada de declaraciones y versiones, el Gobierno anunció el reemplazo del jefe de la Policía Federal, Enrique Capdevila, por el comisario general Román Argentino Di Santo.

Las manifestaciones de la víspera, violentísimas y con ineficiente control policial, tuvieron ese costo político.
Al anochecer, el vocero presidencial, Alfredo Scoccimarro, dio la información y agregó que el licenciado Esteban Germán Montenegro fue designado al frente de la Policía de Seguridad Aeroportuaria.

Di Santo se desempeñaba hasta ahora en la Superintendencia de Comunicaciones Federales: Será secundado por el comisario general Héctor Eduardo Tévez, quien acaba de ser ascendido a comisario general y era hasta ahora el superintendente de Seguridad Metropolitana, dependencia encargada de manejar los operativos y la Dirección General de comisarías de la Ciudad, además de la seguridad en los trenes, entre otras responsabilidades.

Capdevila, de 58 años, había asumido en su cargo el 16 de diciembre del 2010, cuando reemplazó al comisario general Néstor Valleca, quien había estado al mando de la jefatura de la fuerza durante seis años y medio. A Valleca lo desbordaron los graves incidentes que costaron tres muertos en el Parque Indoamericano. La dimisión de Capdevila se produjo luego de una reunión con el secretario de Seguridad, Sergio Berni, con quien tuvo una fuerte discusión en medio de los cuestionamientos que le efectuó el funcionario por los disturbios registrados en el centro porteño.

El secretario de Seguridad y número dos del ministerio fue duramente cuestionado por sectores de la oposición y por los mismos funcionarios del Gobierno debido a la actitud adoptada por los efectivos mientras se producían los destrozos.

El ministro porteño Guillermo Montenegro había aportado lo suyo cuando achacó “una actitud pasiva” a la Policía Federal ante los destrozos relacionados con el denominado Día Mundial del Hincha de Boca y la protesta en repudio a la impunidad en el caso Marita Verón. Trascendió que el operativo habría sido organizado por Berni y por el director de Operaciones de la Federal, comisario inspector Guillermo Calviño, una metodología considerada “habitual” cada vez que hay marchas en la Ciudad Autónoma.

Día de tensiones para Nilda Garré

La ministra de Seguridad, Nilda Garré, tuvo un mal día. La fuerte versión de la renuncia del jefe de la Federal tras una discusión con el viceministro Berni la había puesto de malhumor. 

Además, en el acto de egreso de oficiales y suboficiales de la escuela de formación policial, los familiares de los cadetes la silbaron debido a que hacía bastante tiempo que esperaban el inicio del evento y se encontraban al aire libre con el sol a pleno. Garré encabezó el segundo acto de egreso conjunto de agentes, gendarmes, marineros, suboficiales y oficiales de las cuatro instituciones federales de Seguridad.

Luego del acto, que terminó sin otros incidentes, la ministra le contestó mal a un periodista de La Nación, que quería saber si la renuncia de Capdevila se había confirmado: “No preguntes boludeces”, dijo.
En la misma jornada, a tres cuadras del Obelisco, cinco personas habían resultado heridas en un tiroteo entre policías y asaltantes.

Por la noche, a través del vocero Scoccimarro, lo que habían tratado de ocultar se oficializó: la fuerza tiene nueva conducción.