Matías Almeyda volvió a hablar y a dejar en claro que su salida estaba preparada y que lo empujaron a irse, disparando con dureza hacia la dirigencia en una entrevista realizada por el programa La última palabra por Fox Sports. “Me siento un poco extraño. Tenía muchos sueños con River, algunos los pude cumplir y otros quedaron ahí colgados pero hay que seguir trabajando y volver a soñar, con respecto al fútbol. Ya llegará el momento de volver a trabajar y sacarme todo lo que quedó adentro. No es tanto como una frustración, lo tomo como una etapa de aprendizaje, de momentos fue muy fuerte lo que viví. Lo tomo como un aprendizaje demasiado acelerado”, fueron las primeras palabras del despedido entrenador millonario.

Enseguida comenzó a manifestar todo lo que tenía guardado: “Me iba provocando dolor a medida que iban pasando diferentes situaciones. Yo era muy observador y leía entre líneas, sabiendo que de a poco te vas yendo. Yo sentía que estaba todo preparado para que me fuera. Cuando uno tiene esa fuerza en contra es muy difícil trabajar porque la cabeza, aunque no quieras, se está yendo. Yo sentía el rumor, escuché por un teléfono que pusieron en alta voz todo lo que iba a pasar. Creo que algo tienen que haber hablado antes con Ramón. Yo estaba totalmente cuestionado, era imposible trabajar”.

“Hay mucha gente que hablaba y yo escuchaba. Yo dije en una conferencia que estaba instalado que River jugaba mal y eso salía de la dirigencia. Es muy bajo eso. Yo fuí leal hasta el último día. Después de los partidos, los dirigentes hablaban con los periodistas y les decían que yo estaba afuera”, reveló el “Pelado”.

Y continuó: “En la reunión Daniel me dijo soy todo oídos y yo le dije que no, que teníamos que dialogar. No me gustó el final y se lo dije a él, así como también le nombré la gente que no le hace bien al club. El serrucho es tan grande que se lo pueden llevar a Daniel también. Ojalá que no pase y que Daniel pueda terminar su mandato”.

Así mismo atacó: “Cuando perdimos con Vélez salió el tema de que yo ya estaba afuera y salió de dos dirigentes que estaban en el vestuario. Cuando yo hablé de las telarañas me refería a esos dirigentes. Yo por suerte detecto a la gente y ellos no podían ni mirarme a la cara. Quizá habré sido siempre resistido y yo me di cuenta al final. Por ahí ahora esos dirigentes van a estar contentos y pueden apoyar y hacer lo que deben”.

En tanto, Almeyda se mostró disgustado con algunas actitudes también de su sucesor, como cuando declaró en la conferencia de presentación que con él River no se hubiera ido a la B y que él era el técnico más ganador del club: “Yo no juzgo. Creo que Ramón también quiere a River como muchos de nosotros, pero eso no significa que te tengas que aprovechar de algunas situaciones, hay tiempos para cada uno. Esas cosas le hacen mal al fútbol. Van a matar al fútbol porque no arrancas siendo sincero. Ramón demuestra una confianza en sí mismo que está bueno, pero hablar de lo que pasó no. A veces uno se deja llevar por los sentimientos, pero hay que mirar también un poco porque lastimamos a veces. Ramón es el técnico más ganador, es cierto, pero dentro de los títulos que ganó hubo muchos jugadores que estuvimos”.

“Empecé a notar cosas raras cuando ascendimos, empezamos la primera pretemporada donde habíamos traído un montón de propuestas de ir afuera y no se puedo. Yo quería otro estilo de pretemporada. Hasta ese momento creía que el club no podía, pero antes no se hizo el esfuerzo que se va a hacer ahora. Yo pedí jugadores que no vinieron”, manifestó. Y añadió: “La mayoría de los jugadores que vinieron me los propusieron los dirigentes, no los había pedido yo. Cuando pedí jugadores tendría que haberme puesto firme para que me los traigan”.

Y analizó las consecuencias que esto le provocó: “Era un equipo descompensado. La salida del Chori Domínguez descompensó un poco entre el mediocampo y la delantera. Era el que le daba ese toque distinto, de cambio de ritmo, de alguna jugada diferente. Si bien nos reforzamos en otros lugares, esa clase de jugadores faltó. Pero la decisión de no contar con él ni con Cavenaghi la tomé yo, no lo creyó nadie, pero fue así. Era algo futbolístico, en los últimos meses ellos no estuvieron a la altura de los primeros meses y yo creía que el equipo iba a ser rápido, que iba a ser efectivo, que necesitaba otra cosa. Después, por cómo se fue desarrollando el campeonato, llegó un momento en que River necesitaba un enganche”.

“Ya no se reclama más el resultado, se reclama el estilo y la pausa. Hay enganches en el fútbol argentino, pero pocos. Está Insúa. Estaba Riquelme. Parecen lentos y son rapidísimos, nunca los encontrás. Yo tenía un River muy vertical y con muchísima pausa. Necesitaba un jugador que recibiera al lado de los volantes y pudiera meter esos pases que lastiman. No lo teníamos. Faltó ese jugador. Yo había pedido siempre a D’Alessandro. Es un jugador difícil para que vuelva, pero es el enganche que necesita River”, manifestó.

En tanto, el Pelado le dedicó unas breves palabras a David Trezeguet, quien fue extrañamente criticado en el último encuentro que disputó River ante Lanús tratándolo de traidor: “A David lo propuso Turnes y me preguntó a mí. Yo hablé con David y lo escuché muy entusiasmado. A Trezeguet lo conocía de jugar en contra nada más. Nunca lo vi a David en una situación como de querer pasarme por arriba”.

“Mi salida le va a dar mucha tranquilidad a mucha gente. A los jugadores no sé, porque con ellos estábamos bien. Va a haber tranquilidad en ese entorno que se estaba contaminando. Hasta en las tribunas va a haber más paz. Ojalá que Ramón Díaz saque campeón a River”, reconoció Almeyda.

Mientras que para cerrar aseguró no sentirse arrepentido de haber dejado los cortos para ponerse el buzo de entrenador: “Si hoy pudiera elegir, haría lo mismo. Volvería a ser técnico. Por ahí soy ingenuo y creo demasiado en la honestidad de la gente. Hoy soy menos ingenuo, estoy mucho más pensante. Ya me han llegado algunos ofrecimientos pero sería una locura agarrar ahora, primero quiero descansar y tomarme al menos unos dos meses”. Y concluyó: “Dentro de unos años volvería a River como dirigente, pero primero quiero dirigir”.