El juicio por el rapto y sometimiento a la prostitución de María de los Angeles “Marita” Verón, desaparecida desde abril de 2002, se reanudó ayer a la mañana con la impulsora de la causa que investiga el accionar de 13 hombres y mujeres acusados por el hecho.

Si bien la nueva vista oral y pública -que se desarrollaba en la sala A del palacio de Tribunales, ubicado en las calles Congreso y Lamadrid de esa capital- estaba prevista para las 8.30, su inicio se demoró dos horas porque se retrasó la llegada de uno de los imputados,

El tribunal de la Cámara Penal II, integrado por los jueces Alberto César Piedrabuena (presidente), Emilio Andrés Herrera Molina y Eduardo Antonio Romero Lascano, ordenó un cuarto intermedio por la ausencia de Azucena Márquez.

María Azucena Márquez, fue trasladada a la sala de audiencias desde la ciudad de La Rioja.

Márquez, conocida como “Doña Claudia”, fue indicada como encargada del prostíbulo “Desafío”, el primer lugar al que habría sido llevada Marita Verón después de ser raptada.

Según el matutino local La Gaceta, el debate se reanudó a las 10.30, con la continuación del testimonio de Trimarco frente a los miembros de la sala I de la Cámara Penal: Alberto Piedrabuena, Emilio Herrera Molina y Eduardo Romero Lascano. Hasta ahora, Trimarco contó que en 2002 concurrió a pedir ayuda a la Casa de Gobierno, pero su reclamo fue infructuoso: “Como estúpida iba a la Casa de Gobierno. Digo estúpida porque estaba la mafia ahí”, se lamentó la mujer.

Los abogados de la mujer explicaron que podría haber tenido algún problema mecánico el vehículo que debía trasladar a la imputada hasta tribunales, aunque tampoco descartaron un problema de salud de su hijo.

De esta forma, se dilata el desarrollo de la sexta jornada del debate, que nuevamente tendrá como principal protagonista a Susana Trimarco, madre de la joven desaparecida hace casi 10 años.