El problema con el suministro del agua es cada vez más frecuente en varios barrios de la ciudad.

Muchos vecinos afectados denuncian que la situación no es nueva, así como tampoco los reclamos que vienen realizando, especialmente los que viven en la zona oeste de la capital.

El caso que más notoriedad tomó en los últimos días, es el que afecta a los vecinos del barrio Virgen del Rosario, que se ubica cerca del barrio Grand Bourg.

Allí más de 50 familias denunciaron en reiteradas oportunidades que las cañerías que les instalaron en 2007 están en pésimo estado, y que esto les impide que puedan abastecerse de agua corriente. Los más afectados son los que viven en la parte alta del barrio, porque la falta de presión impide que el agua suba.

Quienes habitan en la zona depende de la llegada del camión cisterna para abastecerse, servicio que no se brinda, según los vecinos, con la frecuencia necesaria para vivir normalmente. “La semana pasada el camión llegó solo una vez. La cantidad que dejan no alcanza para que se bañe toda la familia”, señaló Marta, que también vive ahí.

Por su parte, la responsable de prensa de la empresa Aguas del Norte, Laura Terán, informó a El Tribuno que “se trata de una zona que creció muchísimo y que requiere de mayores caudales”. Explicó que el Gobierno está realizando una obra de impulsión que servirá para mejorar la distribución y aumentar los caudales. Esta obra nace en Alto Molino y llega hasta el Grand Bourg”.

Ayer se comunicaron con este diario, vecinos de villa Ester, zona sureste de la ciudad, para denunciar que ellos también tienen problemas con el suministro de agua, al igual que los barrios de Santa Rita, Atocha I, II y III, entre otros.

Zona céntrica

En más de dos manzanas que se ubican en el microcentro de la ciudad, el agua está saliendo turbia hace una semana, según lo que vecinos del lugar le comunicaron a El Tribuno. “Desde el jueves 18 de febrero que el agua sale sucia. Llamamos pero la respuesta fue que hay un problema de turbiedad en el agua y que debíamos esperar. Sale con tierra el agua corriente”, comentó a este medio Carol, quién trabaja en el Museo Pajarito Velarde, que se ubica en una de las manzanas afectadas.

Los profesionales consultados consideraron que la complejidad en el suministro de agua será mayor durante los próximos años, dado el alto crecimiento demográfico que se registra en la provincia, junto con el incremento de viviendas que hubo en los últimos diez años. Se necesitarán grandes inversiones para garantizar abastecimiento.