Ante la reciente expropiación del 51% de Repsol-YPF por parte del Gobierno nacional, España en un intento de contrarrestar la iniciativa argentina propuso continuar las negociaciones entre la Unión Europea y el Mercosur pero sin Argentina.

En este marco es en el que el canciller español, José Manuel García-Margallo, dijo que “sería injusto que Brasil, Uruguay y Paraguay, socios de la Argentina en el Mercosur, paguen los platos rotos del caso Repsol” perdiendo las preferencias arancelarias de la Unión Europea porque “un país no respeta las reglas”.

García-Margallo señaló que algunos colegas del bloque europeo le han comentado que les resulta “incomprensible” que la Argentina “haya perdido al mejor aliado que tenía para el acuerdo con el Mercosur”.

“No puede ser que los países del Mercosur se queden fuera de las preferencias arancelarias. Ellos no tienen por qué pagar los platos rotos”, azuzó el jefe de la diplomacia española. Según García-Margallo, con la expropiación de 51% de las acciones de Repsol en YPF, la Argentina “soluciona un problema de un cuarto de hora, pero genera un problema enorme para el futuro. A mí, como español, me preocupa que eso le vaya a pasar a Argentina”, agregó.

El diplomático insistió en que la situación “responde a un intento por tapar la grave situación económica por la que atraviesa Argentina. Los déficit que tiene el país han obligado a hacer cosas raras. Creo que Argentina se ha hecho un flaco favor”, explicó.

En otro tramo de la entrevista, el canciller marcó que la Argentina está acusada en 25% de los casos que se dirimen en el Ciade y que las querellas en su contra representan la mitad de todas las de América Latina. “Eso parece no preocuparles mucho, porque cuando pierden, no pagan”, disparó.

Por último, afirmó que si un país “decide expropiar las empresas energéticas, aunque me parece un error, puede hacerlo”, aunque advirtió luego el canciller español García-Margallo: “Pero, vamos, que lo haga como corresponde. Lo otro es una confiscación”.

Llamativa venta de acciones

El máximo representante de Repsol en YPF, Antonio Gomis, vendió acciones de la compañía al inicio del conflicto con el Gobierno nacional que culminó con la nacionalización de la empresa, publicó ayer el diario británico The Financial Times.

Según el diario, el ejecutivo Antonio Gomis vendió 9.424 acciones de la compañía en noviembre de 2011, cuatro días después del descubrimiento del yacimiento de gas no convencional de Vaca Muerta.

La venta se concretó el 11 de noviembre pasado, nueve días después de que el representante del Gobierno en el directorio de YPF, Roberto Baratta, se opusiera a la distribución de dividendos por parte de la compañía.

Según el Financial Times, Gomis obtuvo un total de 22,07 euros por acción, un total de 207.987 euros. El ejecutivo aún posee 6.585 acciones de la empresa, de acuerdo a la versión.

Luego de la nacionalización de YPF, las acciones quedaron valuadas en unos 14 euros por acción, un 35 por ciento por debajo del precio que vendió Gomis.

En una declaración al diario británico, Repsol, atajándose, afirmó que Gomis actuó “de acuerdo al código de ético de la compañía, en lo que fue una transacción privada”.

Según registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), a finales de mayo Gomis había comprado 6.585 acciones de la petrolera a 23,54 euros. El 10 de ese mes se había hecho con otras 2.000 a un precio de 17,17 euros. En total, adquirió 8.585 títulos de la petrolera española en seis meses, más los 5.800 que había sumado en los tres años anteriores.