Mientras en algunas canchas la violencia entre los hinchas de diferentes clubes es la gran y repudiable protagonista, y los dirigentes y los funcionarios a cargo de la seguridad se agarran la cabeza porque no saben qué hacer, en Rosario de la Frontera se demuestra lo contrario en el certamen federal.

En el partido que Atlético Progreso disputó con Atlas, el domingo pasado en el estadio de Gimnasia, se pudo observar en las tribunas banderas de otros clubes, como las rojas y azules, de Villa Beba, otro de los equipos de la Ciudad Termal que no ingresó al Torneo del Interior.

Cristian Torrado, delantero y referente del equipo tirapiedras, expresó: “El apoyo de la gente nos tiene acostumbrados. A Cafayate llevamos casi la misma cantidad -más de 250 personas-, teniendo en cuenta que son muchos más kilómetros. Rosario es muy futbolera: todos los equipos nos ayudamos, somos muy unidos y humildes”.

Por su parte, el técnico del equipo santo, Omar Orellano, coincidió con el delantero: “Rosario de la Frontera es muy futbolera, es por eso que tratamos de tener un equipo acorde a lo que la gente nos obliga. Esperamos que la suerte nos siga acompañando y llegar bien al final del campeonato”.