Si de voces autorizadas se trata, en esta urticante cuestión de la violencia en el fútbol, faltaba la campaña de un ala más que importante dentro del gobierno. El ministro de Seguridad de la provincia, Eduardo Sylvester, le ratificó a El Tribuno que se llegará hasta las últimas consecuencias en el afanoso trabajo de identificar, perseguir y alejar a todos aquellos hinchas que generen incidentes de los estadios salteños. A su vez, calificó como “delincuentes” a los que alteran la paz en los espectáculos futbolísticos, rescató como objetivo principal recuperar la presencia de la familia en el fútbol y dio por sentada la firme decisión de erradicar a los violentos de las canchas.
Desde el área de seguridad se ratificó que se mantendrá la restricción de ingreso a los estadios a aquellos que sean convenientemente identificados, y que seguirá teniendo ejecución en lo sucesivo, a través de un trabajo conjunto entre la Brigada de Investigaciones, el Gobierno y la Justicia, con la apertura de las causas judiciales que correspondan a cada ilícito. “Hay una decisión firme del Gobierno de erradicar a los violentos del fútbol. Hace falta que la propia hinchada advierta que lo que se está generando es un perjuicio para el club al que dicen amar. Cuando se genere esa consciencia entre los verdaderos hinchas, poco a poco, aquellos delincuentes que hacen desmanes, van a ser relegados hasta por los propios clubes y los propios hinchas”, expresó el ministro, quien luego ahondó más en profundidad sobre el repudio a la violencia, premisa que parte desde el mismo aparato oficial.
“La familia tiene que volver a la cancha. Y los clubes, los socios y los dirigentes deberían generar los mecanismos para identificar a esos violentos, y para que se los reconozca, no como hinchas, sino como verdaderos delincuentes, que es lo que son, en definitiva. Pero tenemos clarísimo que aquellos que generan incidentes son muy pocos en comparación de la gente que acude a los estadios a disfrutar del fútbol”, reflexionó.
Por último, el funcionario añadió que la intención del Gobierno es seguir cultivando el diálogo, no sólo con los clubes, sino también con los referentes de las hinchadas.