Acceso web El Tribuno:
www.eltribuno.com
Contacto:
Editor: Pablo Juarez
E-mail: pjuarez@eltribuno.com.ar
Teléfono: +54 387 4246200
Por cualquier consulta administrativa o referida al sitio, puede escribirnos a: contactoweb@eltribuno.com.ar
Director: Sergio Romero
Telefono: +54 0810 888 2582
Razón Social: Horizontes On Line SA.
Registro de propiedad intelectual: 69686832Domicilio: Av. Ex. Combatientes de Malvinas 3890 - CP (A4412BYA) Salta, Argentina.
La puja definitiva la realizó por teléfono un postor anónimo que podría representar al emir de Qatar.
3 DE Mayo 2012 - 13:20
La versión de ‘‘El grito’’, de Edvard Munch, que anoche fue subastada por la casa Sotheby‘s de Nueva York en la cifra récord de 120 millones de dólares, habría sido adquirida por el emirato de Qatar.
La puja definitiva la realizó por teléfono un postor anónimo que podría representar al emir de Qatar, especuló la prensa internacional, habida cuenta de que el emir de esa ciudad, el jeque Hamad bin Jalifa al Thani, ya había sido mencionado en el mercado del arte como posible interesado.
Nunca antes se había pagado una suma semejante por el remate de un cuadro, dado que ese récord lo ostentaba el ‘‘Desnudo, hojas verdes y busto’’ de Pablo Picasso, que había sido vendido a 106 millones y medio de dólares, informó la agencia alemana de noticias DPA.
También es la primera vez en la historia del arte que un cuadro supera los 100 millones de dólares al bajarse el martillo: La oferta por una de las cuatro versiones originales del famoso cuadro cerró en 107 millones de dólares, a los que se sumó el porcentaje de la rematadora dando un total de 119.922.500 dólares.
El lienzo que data de 1895 pertenecía Petter Olsen, un noruego que lo recibió como herencia familiar y decidió venderlo para construir un museo en homenaje a Munch (1863-1944).
El padre de Olsen era apenas un niño cuando hace un siglo llegó al barrio de Hvitsten, en el sur de Noruega, un nuevo vecino: Edvard Munch, autor del lienzo que llegó a sus manos en 1937.
‘‘El Grito’’ es una de las imágenes más reproducidas de la cultura moderna: un hombre deformado por un grito que está parado en un muelle, donde de fondo se ve gente paseando y barcos en colores fuertes.
Las otras tres versiones se encuentran en museos públicos de Noruega pero dos de ellas gravemente dañadas producto de diferentes robos, una en 1994 antes del inicio de los Juegos Olímpicos de Invierno en Lillehammer, y otra en 2006.