Luego de que la expropiación del 51% de las acciones de YPF se convirtiera en ley, el economista y escritor Roberto Cachanosky brindó su perspectiva sobre el tema y resaltó que “ante la situación planteada con la confiscación del 51% de las acciones de YPF, nadie vendrá a invertir en nuestro país y eso ya es muy grave”.

En diálogo con El Tribuno, el catedrático y actual columnista sobre temas económicos del diario La Nación se mostró pesimista ante la posibilidad de que YPF comience a generar pérdidas y advirtió sobre los riesgos que afrontará el Gobierno “K” para hacer frente a esa situación.

La expropiación de YPF ya es ley, ¿cómo ve usted esta situación?

Bueno, toda confiscación de activos o violación de los derechos de propiedad lo único que genera es desestimular la inversión. Al desestimular la inversión se crean menos puestos de trabajo, el stock de capital por trabajador es menor y por lo tanto el salario real es menor. Así que aunque la gente no lo perciba, de esta forma la confiscación de YPF termina perjudicando en el mediano y largo plazo el salario real de todos los sectores productivos no solo del sector petrolero.

Incluso muchos sectores anexos al petrolero se ven afectados...

No es un problema de si están ligados o no. Se trata de un problema de si en un país se respeta el derecho de propiedad o no. El artículo 17 de la Constitución Nacional es claro: la confiscación está prohibida y la expropiación solo se realiza por ley, incluyendo una indemnización...

Pero en este caso no es tan así...

Claro, acá se tomó la empresa sin indemnizar y sin la ley correspondiente. Recién ahora lograron el mecanismo para sacarla. Mi impresión es que nadie va a poner plata en un país donde el Estado, después, le quita el derecho de propiedad.

¿Y cómo quedamos a nivel internacional con esta situación?

Y bueno, ya se notan algunas reacciones en el exterior contra la Argentina. Acá lo cierto es que la reacción internacional, más allá de los discursos y de las palabras es una cosa Y otra cosa es la situación que se plantea con los que desean arriesgar capital. Acá en una situación como la planteada nadie vendrá a invertir y eso ya es muy grave...

De ser como usted dice, sería otra “perlita” más para Argentina...

Y es otra mancha más que viene derivada de las violaciones a los derechos de propiedad que viene desarrollando nuestro país en los últimos años, como lo que hicieron con nuestros recursos en las AFJP. Los manejos que hace Moreno (Guillermo) en materia de precios, decidiendo quién puede exportar y quién no puede exportar dejan mucho que desear. En fin, todo eso conforma este escenario de violaciones a los derechos de propiedad, falta de seguridad jurídica y alejamiento de inversores, lo que pinta un panorama muy difícil par nuestro país, que se agrava con esta confiscación de las acciones de YPF.

¿Qué les espera a provincias productoras de petróleo y a las que no lo son?

Las provincias productoras se verán perjudicadas, porque el grueso de la plata la va a manejar el Estado nacional. Ahora, las otras provincias se van a beneficiar con la plata que ingrese de lo que vaya generando la empresa.

Pero ojo, hay que ver si YPF no empieza generar pérdidas. Además no sabemos todavía cuáles serán las regalías que les corresponderán a esas provincias... Hay algunas que son petroleras y no son sojeras que reciben plata del impuesto a las exportaciones de soja. De modo que hay una serie de subsidios cruzados que no estimulan para nada el federalismo.

Durante muchos años gobernadores de las provincias petroleras debieron mendigar en la Capital por las regalías. ¿Qué pasará ahora?

Seguirán mendigando cada vez más...

¿Por qué?

Porque ahora será el Estado nacional el que va a controlar todos los recursos. Pero además hay que ver cómo termina la situación de YPF porque la va a manejar un grupo de gente que estuvo previamente en Aerolíneas Argentinas y demostró que no sabe cómo manejar empresas porque siguieron perdiendo plata...

Usted advertía sobre las posibles pérdidas que arroje YPF. ¿Estará preparado el Gobierno?

Obviamente no. Pero antes que dé pérdidas hay que ver si el Estado tiene el dinero suficiente para explotar las cuencas gasíferas y petrolíferas. Acá hace falta plata. Hay que poner 4 mil o 5 mil millones de dólares, mínimo, por año. Si YPF no genera los ingresos como para poner el capital de trabajo e incluso para buscar nuevos pozos petroleros y promover la exploración y explotación, volverá a ser la misma empresa deficitaria de la época de Estenssoro en que perdía siempre plata, estaba llena de empleados públicos y su manejo era solamente un objetivo político y no un fin empresarial.

El perfil

Roberto Cachanosky es economista y escritor. Licenciado en Economía por la Universidad Católica Argentina. Profesor titular de teoría macroeconómica en el máster de Economía y Administración de Empresas del Centro de Estudios y Capacitación Empresarial en Rosario y de economía aplicada en el máster de Economía y Administración del Instituto universitario Eseade. Fue columnista económico en los diarios La Prensa (de 1985 a 1992), El Cronista (de 1992 a 2001) y, actualmente, es de La Nación.