Un joven de 18 años que realizaba picadas con otros amantes de esta peligrosa disciplina urbana falleció instantáneamente ayer, a las 0.45, en San Ramón de la Nueva Orán, cuando el auto en el que se desplazaba fue impactado en su lateral izquierdo, en una intersección, por una camioneta. El muchacho iba acompañado por su novia, de 23 años, quien sufrió una serie de fracturas, aunque se halla fuera de riesgo vital e internada en el hospital local.

La víctima fatal fue identificada como Carlos Ramón Elías Manzur, perteneciente a una conocida familia de la ciudad norteña propietaria del restaurante El Tucán.

El joven dejó de existir en el acto, producto de las serias lesiones que le ocasionó el impacto: fracturas de base de cráneo, de columna vertebral y de maxilar.

Su acompañante, María Landogna, oriunda de Embarcación pero residente en Orán, salvó milagrosamente su vida, aunque su recuperación será extensa, ya que se quebró el húmero y fémur derechos, y la pelvis.

El accidente ocurrió en la intersección de las calles 25 de Mayo y General Martín Miguel de Gemes.

Manzur conducía una coupé Renault Fuego y participaba de una competencia de picadas por las calles céntricas, informó la Policía. En un cruce de arterias, fue tocado por una camioneta Chevrolet S 10, conducida por Jorge Rementería, un empresario de 39 años que resultó ileso.

El golpe hizo que Manzur perdiera el control de la unidad y se estrellara con una violencia inusitada contra un árbol. Dio con su lateral derecho y por ello muchos creyeron, en un primer momento, que la chica era quien iba al volante, aunque luego se comprobó que no era así. Ninguno llevaba puesto el cinturón de seguridad reglamentario.

La pareja quedó inconsciente en el interior del vehículo, que terminó hecho una masa de hierros retorcidos.

María Landogna debió ser rescatada por un equipo especial de los Bomberos Voluntarios, quienes debieron cortar piezas de la coupé Renault Fuego para poder extraerla de entre la masa de metales.

Alertados por llamados al Sistema de Emergencias 911, se hicieron presentes en el lugar de los hechos efectivos de la comisaría local y profesionales del Samec, quienes comprobaron que el muchacho había dejado de existir de manera instantánea y trasladaron de urgencia a la joven al nosocomio San Vicente de Paul, donde quedó internada en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI).

Efectivos de Criminalística documentaron fotográficamente la escena y realizaron las pericias para establecer científicamente las razones del trágico accidente, aunque los testimonios de transeúntes fueron terminantes: todo sucedió a causa de una picada.

Rementería quedó en libertad, pero involucrado en una causa de homicidio culposo en accidente de tránsito y lesiones graves.

“Esto de las picadas en la zona céntrica es algo que se viene repitiendo. Era seguro que más temprano que tarde se produciría un accidente de esta magnitud”, opinó una vecina.