La floricultura asoma como una alternativa productiva en zonas como el Valle de Lerma, en una provincia donde el 70% de las flores que se venden en el mercado local provienen de otros puntos del país o del exterior. Así lo señalaron desde la Cámara Salteña de Floricultura (Casaflor).

“Hoy el 70% de las flores comercializadas en Salta proviene de Jujuy, Buenos Aires y países lationamericanos. Con mayores incentivos a la producción, se podría satisfacer la demanda del mercado interno con producción salteña”, dijo la titular de Casaflor, Norma Soria.

En este sentido, acotó: “Por dar un ejemplo, la mayoría de los claveles empleados en la celebración del Milagro fueron traídos de Jujuy, Colombia y Ecuador. Se trata de una flor que puede cultivarse en nuestra provincia sin ningún problema”.

La titular de la entidad resaltó que ya se están brindando capacitaciones en flores de corte y viverismo desde la Provincia, en un primer paso para la profesionalización del sector. También hizo hincapié en la necesidad de contar con líneas de crédito para el productor. “La capacitación, la financiación y la mejora en la comercialización son las claves para el despegue de la floricultura en Salta”, dijo.

Sobre este último punto, aclaró que es fundamental que Salta tenga un mercado concentrador y distribuidor de plantas y flores de corte, así como distintos puntos de venta en la ciudad y el interior.

“En los últimos tiempos en Buenos Aires se fomenta con gran éxito el consumo de flores con numerosos quioscos de flores. Hoy en el mercado hay varios nichos: paisajismo, regalo, alquiler, entre otros”.

Actualmente la entidad, conformada hace sólo dos años, aglutina a 30 productores de flores de corte y viveristas, la gran mayoría del Valle de Lerma, pero también de La Caldera, Vaqueros, La Viña, Guachipas y Orán.

Interés en el Valle de Lerma

El Inta Cerrillos informó que las consultas sobre floricultura aumentaron notablemente en los últimos años, con gran cantidad de pequeños productores y productores tabacaleros interesados en diversificar sus cultivos. “Hay un mayor interés y los productores ya se están agrupando”, dijo la ingeniera agrónoma Fernanda Bernal, del Inta.

Las fortalezas climáticas

Contar con una producción local significa no sólo rapidez en la disponibilidad, sino también mejor calidad y mayor tiempo de duración de las flores.

“Muchas son traídas desde Buenos Aires en un viaje de un día y medio en colectivo. La diferencia con las flores frescas es notoria”, contó Soria.

Entre las fortalezas de la provincia sobresale su diversidad climática. “Ello permite una variada producción de flores, desde tropicales en el norte salteño hasta las que tienen poca necesidad de humedad”, afirma la ingeniera agrónoma Fernanda Bernal.

La producción de flores puede realizarse a campo o en invernáculos. “El clavel y las fresias pueden cultivarse a campo, por ejemplo. Pero hay otras flores que deben hacerlo en invernáculos”, dijo.

Si bien el cultivo a campo demanda una menor inversión en infraestructura, contar con producción artificial tiene grandes beneficios.

“Mediante inducciones y retrasos de temperatura se puede contar con un ciclo calculado para que las flores se abran justo en ciertas fechas, como el Día de la Madre, de los Enamorados, etc.”, afirmó Bernal.

Destacó que este sistema eleva la calidad de las flores, ya que las protege de las inclemencias del tiempo y del sol. “Además, tenés producción durante todo el año y no unos meses”, señaló la profesional.

Las más cultivadas

Según datos aportados por Casaflor y el Inta, en Salta se producen claveles, crisantemos, fresias, marimonias, nardos, gerberas y reina margarita, entre otras.

La mayor producción se da en el Valle de Lerma, Campo Quijano y La Silleta, donde además predomina la presencia de viveros.

En Vaqueros y La Caldera, por su parte, se destaca la producción de nardos. En el norte, en Orán, la de palmeras. En tanto, en La Viña y Guachipas no hay producción, pero ya hay grupos en formación.

“Estamos confeccionando un registro con la cantidad de productores, superficie y especies cultivadas en Salta, ya que hasta el momento no hay datos precisos en la materia”, dijo Soria.

Explicó también que la producción de flores en Salta comenzó a decaer desde los años sesenta.

“Había hasta ese entonces una buena producción, ya que se acostumbraba tener flores en las casas. Al no contar con un mercado distribuidor las ventas cayeron y los floricultores se dedicaron a otras labores”.

Investigar y asesorar

El Inta Cerrillos realiza un trabajo articulado de investigación y transferencia de conocimientos al medio, a través del cual asesora a los productores interesados en emprender en floricultura o que ya lo hicieron.

“Probamos las especies y variedades para ver cómo se adaptan a las condiciones climáticas locales. También hacemos los ajustes necesarios para lograr la adaptación local. Hacemos ensayos de prueba-error. Toda esta información está disponible para los productores”, destacó Bernal.

Los trabajos para el fomento del sector se realizan en conjunto con la Cámara Salteña de Floricultura, la cooperativa Cobiflor, la Universidad Nacional de Salta y la Secretaria de la Producción de la Provincia.