La revancha entre Sergio Maravilla Martínez y Julio César Chávez Jr. comenzó a tomar forma y uno de los encargados de llevar las negociaciones al frente es el promotor Bob Arum, quien también estuvo al frente de la histórica pelea desarrollada el pasado 15 de septiembre, en Las Vegas. A través de declaraciones, el promotor dejó entrever que el segundo capítulo entre ambos púgiles se realizaría la primera semana de mayo de 2013, en el Cowboys Stadium.

Para este combate, Maravilla Martínez ya impuso algunas condiciones y una de ellas está relacionado al doping positivo de Chávez Jr. tras el pleito en el que el argentino se hizo dueño del título mediano del Consejo Mundial de Boxeo. “Si quiere boxear allí, en el Cowboys Stadium, pongo de condición que se someta a controles olímpicos, de sangre, un mes, una semana y un día antes de la pelea”, comentó el campeón.

Las ganancias generadas por el primer combate alentaron la búsqueda de una revancha que Maravilla aceptó, pero imponiendo algunos condicionamientos como ser que la misma se llevara a cabo en un Estado con controles de antidoping estrictos y en un estadio con amplia capacidad de espectadores.

Texas es, por lo pronto, una ciudad que cumple con los requisitos y, de concretarse, se harían exámenes de antidoping desde un mes antes y en diferentes períodos que finalizarían con una muestra horas previas al combate.

El lugar proyectado para llevar a cabo el espectáculo es el Cowboys Stadium de Arlington (Texas), allí juegan sus partidos de la Liga Nacional de Fútbol Americano los Dallas Cowboys. Tiene capacidad para 80 mil personas con posibilidad de extenderla a 100 mil.

Por ser el campeón, Maravilla Martínez se llevaría de la revancha una bolsa superior a la del púgil mexicano.