Al parate de verano le queda un tramo importante y los sindicatos tratan de calcular cuál será el impacto de la inflación sobre los sueldos este año para medir pasos a seguir. De acuerdo a lo que adelantaron a El Tribuno, camioneros, choferes, hoteleros y peones de campo demandarán de un 25 a un 35% de incremento salarial para afrontar el encarecimiento de productos y servicios.

Oscar Cruz, titular de UTA en Salta, informó que el gremio peleará por una suba de, al menos, el 25%.

El dirigente también indicó que se reclamará una suma mensual de $1.800 desde enero y hasta que las partes se pongan de acuerdo sobre cuál será la mejora salarial este año.

“El mes que viene veremos cuáles son las respuestas de los empresarios y entonces analizaremos qué haremos los trabajadores del transporte a nivel nacional y provincial”, dijo Cruz.

La incertidumbre sobre la evolución de los precios y la desconfianza en los índices oficiales de inflación vuelven a complicar las cosas este año.

El líder de la CGT opositora, Hugo Moyano, indicó que podría buscar que haya dos paritarias durante 2013. Pero además, manifestó que no aceptará “techos”, en referencia a declaraciones oficiales que sugieren ponerle un tope a las actualizaciones de haberes.

“Creemos que se debe hablar de un aumento del 28 al 30 por ciento. No es una cifra caprichosa, es lo que marca la inflación. Y no sabemos qué puede pasar en tres o cuatro meses más”, sostuvo el secretario general del Sindicato de Camioneros de Salta, Jorge Guaymás.

Los trabajadores de hoteles y restaurantes creen que los sueldos tienen que subir el 35%. “Es lo esperable en base al aumento en la canasta básica”, dijo Alejandro Mancilla, secretario gremial en Salta de UTHGRA (Unión de Trabajadores Hoteleros y Gastronómicos)

“Nunca cerramos del todo las paritarias. Los aumentos generalmente se dan en tres o cuatro partes y, muchas veces, cuando terminan de cobrarse ya quedaron sin efecto por la suba de precios”, señaló Mancilla.

Pedro Brandán, delegado en Salta de UATRE (Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores) también consideró que las conversaciones deberían tener como pauta mínima el 25% de suba.

En Salta, el Gobierno Provincial ya convino con la mayoría de los gremios estatales un incremento del 23,5% para 2013.

Los acuerdos en el Grand Bourg se cerraron a fines de 2012, con algunas variantes según las áreas. Los empleados municipales también aceptaron recibir el 23,5% de incremento este año.

A nivel oficial esperan que los arreglos anticipados eviten nuevas tensiones por el tema salarial, aunque el escenario económico parezca estar lejos de garantizar tranquilidad.

En la mayoría de las ramas de la actividad económica, el grueso de las negociaciones se desarrollará a partir de febrero.

Nuevos reclamos por el
impuesto a las ganancias

En 2013 volverá a tener protagonismo en las protestas sindicales el reclamo por la suba en el monto mínimo a partir del cual los trabajadores deben pagar el impuesto a las ganancias.

Oscar Cruz, titular de UTA en Salta, apuntó que este año, el tema será uno de los principales planteos de los choferes.

“No solo luchamos contra la inflación sino también contra el impuesto al empleo. No podemos pagar por trabajar”, manifestó Cruz.

El tributo rige para los empleados solteros que cobran desde 5.782 pesos y también para los casados con dos hijos que perciben desde 7.998 pesos.

Diferentes gremios vienen demandando que se eleve el monto a partir del cual se debe afrontar el pago. Es que el piso no se modifica sustancialmente hace tiempo pero los salarios se actualizan por la inflación.

Descuentos

Eso hace que cada vez haya más trabajadores en el grupo de los que deben sufrir un descuento mensual, pese a cobrar haberes que solo cubren los gastos de alquiler, servicios, impuestos y alimentos.

“Cualquier negociación por el sueldo se desvirtúa si el Estado se lleva una parte tan importante de lo que reciben los trabajadores”, dijo Jorge Guaymás, titular del Sindicato de Camioneros de Salta.

En los últimos días la CGT que lidera Hugo Moyano volvió a reclamar por el tema y pidió que se oriente la presión hacia la renta financiera o la minería pero no a los asalariados.