La Cámara del Crimen rechazó un pedido de la defensa del portero Jorge Mangeri, único imputado por el crimen de la adolescente Angeles Rawson, para postergar una audiencia de apelación prevista para el 21 de noviembre sobre el rechazo a las nulidades a las tomas de ADN.

La Sala Sexta del tribunal consideró que estando Mangeri preso, no corresponde demorar un trámite que requiere -justamente por ese estado de detención del imputado- la mayor celeridad posible.
Paradójicamente, había sido la defensa del portero, a cargo de los abogados Miguel Angel Pierri y Marcelo Biondi, la que había pedido la postergación por cuestiones vinculadas con sus tareas.

Los jueces Marcelo Lucini, Ricardo Pinto y Mario Filozof rechazaron el pedido de postergación y mantuvieron la fecha del 21 de noviembre para la audiencia, en la que la defensa cuestionará la decisión adoptada el 11 de octubre pasado por el juez Javier Ríos, al rechazar los cuestionamientos sobre presunta contaminación del ADN hallado en los dedos de la víctima.

“Puede afirmarse que las conjeturas dogmáticas erguidas sobre la base de pautas de actuación de otros países destinadas a reducir el riesgo de contaminación, han sido científicamente desvirtuadas con los datos objetivos incorporados a la presente incidencia”, replicó el juez Ríos.
Por ello, decidió que “el planteo formulado carece de todo asidero y es por ello que será denegado, con imposición de las costas”.

La defensa de Mangeri pidió, además, que la audiencia de apelación sea televisada por un canal privado de TV, ante lo que la Cámara aún no se pronunció.
Habitualmente, ante casos de alta trascendencia -audiencias públicas de la Corte, juicios por delitos de lesa humanidad, por ejemplo- las transmisiones televisivas están a cargo del Centro de Información Judicial.

Angeles Rawson, de 16 años, desapareció en la mañana del 10 de junio pasado cuando regresaba de su clase de gimnasia y su cuerpo fue encontrado al día siguiente, en el predio de la Ceamse, en José León Suárez.
La fiscal María Paula Asaro centró sus sospechas en el círculo íntimo de la víctima cuando se descubrió que la menor había regresado al edificio, según se pudo ver en una cámara de seguridad de la zona.

El viernes 14 de junio a la noche, cuando toda la familia de Angeles estaba siendo interrogada, fue llevado por la fuerza a declarar el portero Jorge Mangeri -quien no se había presentado pese a las reiteradas citaciones- y en una sorpresiva confesión de madrugada, tras incurrir en diversas contradicciones, dijo: “Fui yo”.
Mangeri quedó detenido y luego las pruebas de ADN confirmaron que bajo las uñas de la menor -pese la contaminación que sufrió el cadáver- habían quedado rastros genéticos del portero.