Sonia Escudero dejará en diciembre su banca en el Senado de la Nación, después de 12 años. La legisladora fue reconocida, durante ese período, en once oportunidades consecutivas por sus 71 colegas y los periodistas especializados. Resultó elegida entre los 10 senadores más trabajadores en todas las ediciones del Premio Parlamentario realizadas desde su ingreso a la Cámara alta. Debe ser porque presentó más de 1.800 proyectos y porque 20 leyes nacionales son producto de sus iniciativas. El domingo, cuando el resultado de las elecciones anunciaba que quedaba afuera del Congreso, compartió el dolor de la derrota con su equipo y sus seres queridos. “Lo que me llena de orgullo es poder caminar por la calle con la conciencia tranquila y seguir recibiendo el cariño y el respeto de mis ciudadanos”, le dijo a El Tribuno en una charla reflexiva pero apasionada, que refleja entre líneas el perfil de una política de raza, que no se calla nada.

La senadora asegura que hay que “recuperar los partidos por sobre los personalismos”. Sobre la campaña afirma que le disgustó que no hubiera “igualdad de condiciones entre todos los candidatos”, pero mucho más “que hayan amenazado a la gente con sacarle todos sus beneficios sociales”. Escudero dijo que tendrá que reflexionar sus siguientes pasos dentro de la política, pero que su “deseo y voluntad está en seguir trabajando por el pueblo de Salta”.

¿Piensa que se viene un cambio en la política local?

Creo que hay que trabajar mucho por el sistema de partidos. Ese es el desafío, porque el sistema democrático se sostiene cuando hay partidos con programas y debates internos. Me preocupa el crecimiento del partido de Alfredo Olmedo porque no representa a nada más que a él mismo. El partido es Olmedo, el partido es él con mucho dinero. Eso es lo que me preocupa: que la política se convierta en partidos de personas ricas, que salen a buscar el voto de la gente con ideas un poco alocadas. Me preocupa, porque es lo contrario al ideal de un partido democrático. Es muy importante recuperar los partidos por sobre los personalismos.

Se la vio muy dolida el día de las elecciones.

Si bien estábamos preparados después del resultado de las PASO, y sabíamos que iba a ser difícil, una campaña electoral siempre es dura, la exposición pública es dura y siempre después quedan muchas cosas para reflexionar. Obviamente que no estaba contenta. No tenía por qué mostrarme contenta. Es toda una etapa la que se termina y estábamos con todo mi equipo muy sentidos. Habíamos dado todo y habíamos estado siguiendo los resultados. Y bueno, por eso estábamos tristes.

¿Qué le dejó esta campaña?

Me hubiera gustado ir a más lugares, pero lo más duro fue el rechazo de los medios pagados por el Gobierno para que no sacaran nuestras voces. Eso lo notamos mucho, el ninguneo de muchos de los medios de comunicación que reciben jugosas pautas oficiales. Eso, obviamente, crea un desbalance muy grande, pero que positivamente nos obligó a tener mucho más contacto personal con la gente. Se notó mucho en Salta capital, aunque también en el interior donde tenían órdenes directas de los intendentes y el Gobierno de no sacarnos en los medios. Eso obligará a reflexionar y a ver cuál es la utilización que se les está dando a los recursos públicos. El Gobierno además violó todas las reglas al utilizar los fondos públicos para promover al hermano del gobernador, que se lo veía cortando todas las cintas e inaugurando como si fuera una autoridad. Esto claramente muestra que no había igualdad de condiciones entre todos los candidatos.

¿Qué análisis hace del resultado?

Creo que el resultado, para el Frente Popular Salteño es muy bueno. Haber quedado a solo 20.000 votos del Gobierno y haber enfrentado con muy pocos recursos un aparato nacional, provincial y municipal a la vez es muy bueno. Fue muy fuerte todo lo que vimos: la presión sobre la gente que depende de la ayuda social, la presión de los intendentes y los punteros políticos que amenazaban a la gente con sacarle todos sus beneficios sociales.

Hay muchas necesidades y la gente depende de alguien que le pueda dar una solución a esas necesidades.

Pero hay cosas terribles. En un barrio de Embarcación que depende del abastecimiento del camión de la Municipalidad para tener agua, le demoraban la entrega a los de otros sectores políticos. Es muy duro, pero a pesar de todo eso logramos quedar a 20.000 votos de distancia del Gobierno provincial.

Se notó en las elecciones generales más interés por su propuesta en los electores del interior.

Creo que trabajamos más y mejor en el interior, aunque no hubo mucho tiempo entre las PASO y las elecciones. Esta decisión de intercalar elecciones nacionales con provinciales generó mucha confusión en el electorado y complejidad para los partidos, por los diferentes armados provinciales y municipales. Además, había muy poco tiempo de campaña entre una elección y otra. Eso, para los que no formamos parte del Gobierno, dificultó mucho la tarea de dar a conocer nuestras propuestas.

Parece mucho estar prácticamente un año entero de campaña...

Si ha sido duro. Pero para mí es siempre una satisfacción la campaña, porque me da la posibilidad de recorrer la provincia y tomar contacto con la gente. Para los que ejercemos cargos representativos en la Capital Federal es una muy buena oportunidad.

¿Cómo sigue su futuro político?

No pienso. No quiero tomar ninguna determinación en este momento. Creo que tengo muchas cosas que absorber y que resolver próximamente, pero, sobre todo, tengo mucho para reflexionar. Estoy conmovida y emocionada por la cantidad de mensajes que recibo. El apoyo de la gente es algo muy reconfortante para alguien que está terminando su segundo mandato y que en diciembre va a cumplir 12 años en el Congreso. Lo más importante es no haber perdido el cariño de la gente, el contacto y reconocimiento del ciudadano. Es algo que me llena de orgullo.

¿Dónde se imagina en 2015?

Es un tema que lo tengo que pensar con calma. Me voy a tomar unas vacaciones porque tengo que descansar y estar un poco más en familia para poder tomar, recién ahí, una determinación. Tengo un gran compromiso con la provincia y con todos los salteños, por lo que mi deseo y mi aspiración es poder seguir trabajando por eso.

Un medio denunció que su marido cobra sueldo de asesor en el Senado.

No es ningún secreto que mi marido trabaja conmigo. Trabaja desde hace muchos años. El está dentro de mi cupo de asesores. Tiene un contrato equivalente a la categoría dos, que no es la más alta. Mi marido es, de todo mi equipo, el único que ha tenido experiencia política. Cuando yo lo conocí en Sydney, Australia, hace ya 22 años, los dos éramos asesores del Congreso, cada uno en su país. Así nos conocimos. Hablando de política. El era asesor cuando lo conocí y ahora es mi asesor político. Es el asesor más importante que tengo en términos políticos, por su experiencia y porque también fue legislador durante 10 años en Australia, antes de conocerme. Mi marido viaja conmigo y está conmigo en todas partes, las 24 horas. Somos un equipo y él ha trabajado codo a codo, todo el tiempo. El trabaja mis estrategias de campaña y mis proyectos en el Senado.

Todo esto no es ningún secreto y el medio que lo publicó está pagado para desprestigiarme. Hablaron de dos millones de pesos, cosa que es un disparate. Yo no defino cuánto ganan los asesores, lo hace el Senado para los asesores de todos los bloques. Es algo que maneja el presidente del Senado. Somos 72 senadores y a todos se les distribuyen por igual los cargos para asesores. Mi marido no tiene la categoría más alta de mis asesores, que forman parte de un equipo de 10 salteños que trabajan conmigo y que han dado todo. Ese medio, que solo hace falta ver la publicidad para darse cuenta de quién les paga, también me había acusado de ser la asesina ideológica de Aníbal Verón (asesinado el 10 de noviembre del 2000). Pero por supuesto que ya presentaré una acción legal por daños y perjuicios. Esto ni merece un derecho a réplica porque nos ha afectado terriblemente a mi marido y a mí. Esa es parte de la tristeza y el sinsabor que me ha dejado esta campaña. Presenté más de 1.800 proyectos; 20 leyes nacionales son producto de mis iniciativas y todo eso no lo hubiera podido hacer sin el apoyo de mi marido.

¿Qué opina de la elección histórica del Partido Obrero?

Yo felicito al Partido Obrero. Pero esa excelente elección no es sorpresiva. Fue un partido que ha ido creciendo poco a poco. Yo recuerdo a ese partido liderando muchas veces los conflictos en el norte y los cortes de ruta violentos. Estaban como por afuera del sistema. Por lo tanto me parece muy bueno que hayan logrado la representatividad en Diputados, porque entonces los reclamos ya se hacen por dentro del sistema, lo cual es muy bueno y les ha permitido un crecimiento extraordinario. Es muy positivo para Salta, porque plantean una visión diferente.

¿Qué le quedó pendiente?

Muchísimos proyectos, pero que ya están presentados, aunque vamos a ver si podemos empujar algunos temas más antes de fin de año. Sobre todo proyectos para dar estímulos a las empresas que toman jóvenes, entre otros. ¿Le preocupa que siga pendiente a nivel nacional un tratamiento integral contra el narcotráfico?

La banca en el Congreso te da la posibilidad de tener una voz escuchada. De ahora en adelante no sé con qué herramientas contaré para seguir algunos temas que son una asignatura pendiente del Gobierno, como el narcotráfico, donde se ha abandonado la frontera. Es un tema en el que siempre estuvimos bastante solos. Tengo una anécdota de cuando tratábamos de endurecer las penas para los que venden precursores químicos para la fabricación de cocaína en Bolivia.

A ese proyecto lo aprobó el Senado y después, Aníbal Fernández, que era ministro de Justicia y Seguridad, mandó una nota al presidente de la comisión de Seguridad en Diputados. Curiosamente pedía que no se aprobara ese texto porque, según su punto de vista, afectaba a los derechos humanos. Hoy los precursores químicos circulan libremente por la Argentina y vuelven de Bolivia transformados en cocaína.

¿Cuál fue su mayor logro como senadora?

No lo sé. Creo que lo que más me reconforta, personalmente, es el reconocimiento de la gente. Cuando vuelvo a Salta tras una sesión difícil en la Cámara, después de haber expuesto posiciones medio en solitario con los nuestros, por tener que enfrentar al bloque oficialista, muchos salteños se me acercan, me brindan su apoyo y cariño.

Creo que ese es mi mejor logro. Generalmente la gente tiene una imagen muy negativa de los políticos y realmente caminar por la calle como yo camino y que la gente se acerque a saludar me hace sentir bien. Creo que muchos comprendieron lo que hace un legislador en el Congreso de la Nación y como esos debates después tienen un impacto directo en la vida cotidiana.

Quiero agradecer a toda la gente que me acompañó estos años y el apoyo de tantos mensajes que siguen llegando. Aunque el resultado electoral ha sido adverso para nosotros, tenemos la satisfacción de haber sido la lista más votada. Eso muestra que hemos recibido un voto de confianza muy grande de la ciudadanía que agradezco de todo corazón.

Las frases

• “No es ningún secreto que mi marido es mi asesor. Nada de lo que hice lo hubiera podido hacer sin él a mi lado”.
• “Presentaré una acción legal por daños y perjuicios. Esto ni merece un derecho a réplica porque nos ha afectado terriblemente a mi marido y a mí”.
• Narcotráfico: “Aníbal Fernández era ministro y pidió no aumentar la pena por precursores químicos porque afectaba los derechos humanos”.
• “Aunque el resultado electoral ha sido adverso para nosotros, tenemos la satisfacción de haber sido la lista más votada en toda Salta”.
• “Me preocupa que la política se convierta en partidos de personas ricas, que salen a buscar el voto de la gente con ideas un poco alocadas”.