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Carbonero, en el último suspiro, le dio el empate agónico a River ante Quilmes en el sur bonaerense, en un partido con varios incidentes. El equipo de Núñez despidió un año nefasto, en la peor campaña de Ramón
9 DE Diciembre 2013 - 01:45
Un año nefasto y para el olvido cerró River en el sur bonaerense ante Quilmes, pese a haber respirado con alivio en el final tras el tanto agónico del colombiano Carlos Carbonero, que selló el 1 a 1 con el que Quilmes y el millonario en la despedida de ambos en el torneo.
Con este resultado el conjunto de Ramón Díaz finalizó el certamen ostentando la marca más negativa en la historia del Pelado en el club de Núñez. Lejos quedó aquella imagen que irradiaba optimismo en el inicio del 2013, en aquel verano venturoso con los clásicos ganados a Boca que presagiaban otro final para la película. Pero no. Las malas decisiones, la irregularidad y el hecho de que River no haya podido recuperar aquella mentalidad ganadora que supo tener el entrenador riojano en sus exitosos ciclos anteriores a cargo del equipo de la banda roja y con planteles “fuera de serie” e irrecuperables. Todo esto fue minando la paciencia de los hinchas de River, que ubicaron a los jugadores en el eje de los reproches, pero que con el correr de los partidos osaron por cuestionar a quien antes era “intocable”, a su venerado Ramón Díaz. Esta tendencia obligó a Ramón a poner su cuestionado y elevado contrato a disposición de las próximas autoridades del club de Núñez (el próximo domingo serán las elecciones).
En medio de esta coyuntura, con el empate de ayer en la casa del cervecero, River sólo sumó 21 de 57 puntos posibles y terminó el torneo en la decimosexta posición, redondeando la peor campaña de Ramón Díaz en el millo.
Mucho lío, poco fútbol
La primera etapa entre Quilmes y River fue bastante aburrida, a tal punto que lo más destacado fue la agresión al árbitro Germán Delfino, a quien le arrojaron una botella en el hombro que estuvo muy cerca de darle en la cara. A pesar de eso, el partido continuó en el centenario y de esta manera se fue la etapa inicial, sin goles por parte de ambos conjuntos. No obstante, en el complemento se abrió el juego rápido, ya que Lucas pérez Godoy ganó en lo más alto un centro desde la derecha y la clavó al lado del palo de Marcelo Barovero, quien no pudo hacer nada para evitar el tanto del conjunto local, que se ponía 1 a 0.
A partir de ahí, River lo intentó y se perdió el empate de manera increíble con el juvenil Sebastián Driussi, quien lo erró abajo del arco. En el medio de todo, el juego se volvió a detener por incidentes de la policía con la platea de Quilmes y los disparos de gas lacrimógeno a los simpatizantes. Sin embargo, el encuentro continuó como si nada.
Después, los hinchas de Quilmes se treparon en el alambrado y la policía garantizó la seguridad, pero con el detalle de que los últimos minutos fue con la hinchada a un paso del césped, ya que habían superado el alambrado y estaba ahí nomás de la cancha. Con este panorama, River empató el encuentro en el tiempo de descuento (se dieron 15) gracias a que Carbonero logró convertir una de las pocas claras que tuvo River.