En las instalaciones del Museo del Club Atlético River Plate, un grupo de socios presentó una estatua que homenajea a uno de los últimos ídolos de la entidad millonaria, que supo bancar los malos momentos de los últimos años y lo condujo desde el banco de suplentes al ascenso a la Primera División en la temporada pasada: Matías Almeyda.

Pasadas las 19, con la presencia de Daniel Passarella y cientos de asociados en el lugar que albergó el evento, se mostró por primera vez en público la escultura que retrata una de las imágenes del Pelado en su ex rol de futbolista. La confección de la misma costó unos $40.000 y se hizo realidad gracias al aporte de más de 200 simpatizantes.

"Por siempre van a quedar acá (mientras se toca el corazón). Gracias y lo mejor para todos", fueron las reflexiones más importantes de Almeyda en el momento de compartir algún sentimiento tras mirar su propia imagen, acto que lo emocionó por su conocido cariño hacia los colores.

Después, en diálogo con C5N, Matías indicó que "es bastante raro, pero son cosas de la vida que uno nunca se imagina que van a pasar. Es más que nada un reconocimiento de la gente, que puso plata de su bolsillo para hacerlo y no tengo palabras para agradecer. Estar en la historia de River es algo que me llena de orgullo".

También se hizo espacio para sacarse fotos con los hinchas y firmar varios autógrafos, mientras bromeaba al afirmar que "estoy más lindo en la estatua".

Por último, el ex-jugador y DT opinó sobre el equipo actual que comanda Ramón Díaz y manifestó que "lo veo como un hincha más, está bien y lo apoyo desde afuera". Así, se despidió el León con la felicidad de tener un gran recuerdo para siempre, después de haber defendido la camiseta del club como jugador entre 1992 y 1996 (ganó la Copa Libertadores) y luego entre 2009 y 2011 (sufrió el descenso de categoría), pero sobre todo como entrenador.