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Los montañistas salteños Gustavo Lisi y Miguel Olivo unieron por primera vez trece cimas entre el nevado de Palermo y el de Cachi, a más de seis mil metros de altura sobre el nivel del mar.
29 DE Abril 2013 - 14:02
Hace algunas semanas, las alturas fueron el escenario de una travesía que dos salteños materializaron nada menos que a más de seis mil metros sobre el nivel del mar. Gustavo Lisi y Miguel Olivo hicieron realidad el sueño de recorrer en un solo trayecto las trece cumbres entre el nevado de Palermo y el nevado de Cachi. Un desafío que nunca antes se había realizado y que ambos tomaron como propio.
“Siempre tuvimos el sueño de unir los dos cordones Lo teníamos pensado desde hace muchos años pero para realizarlo se tenían que dar varias cosas entre ellas la cantidad de nieve”, explicó Lisi a El Tribuno. Las ganas y el esfuerzo fueron las constantes para poder cumplirlo y en el proceso existieron once días de pura alta montaña. Motivados por la idea de ver las trece cumbres en “primera fila”, los salteños se pusieron las mochilas al hombro y comenzaron un camino que los ubicó en La Poma (3.015 msnm) como punto de partida de los 90 km del recorrido total que finalizó en Cachi.
“Cada día me convenzo más de que para este tipo de actividades existen tres cosas para lograrlo: disciplina, buen entrenamiento y convicción. Sobre todo para hacer este tipo de travesías hay que ser disciplinado, además de que no es para cualquier montañista. Ojalá otros se animen a realizarla y no quede como la única vez que se hizo”, señaló Lisi, quien está vinculado al montañismo desde hace mas de treinta años y mantiene al ascenso del monte Everest en el 2004 -el más alto del mundo a 8.848 msnm- como su máximo logro.
Las primeras cuatro cumbres del nevado de Palermo fueron la antesala de lo que representó el momento culmine del ingreso al nevado de Cachi, con la cima del cerro Libertador General San Martín (6.380 msnm) como la altura máxima.
Los sueños, la ilusión y la pasión por la montaña fueron los únicos compañeros de estos dos salteños que tenían en su propia provincia una materia pendiente.
“No hace falta ser millonario para practicar este deporte, tienen que ponerse en contacto con gente que sabe de montañismo y después siempre hay alguien que puede ayudar y dar una mano. Solo hay que tener muchas ganas y conceptos de lo que es la montaña”, resaltó el montañista.
Lisi tendrá como próximo desafío la Cordillera Real de Bolivia.
En el volcán San Francisco
El montañismo salteño, a través del club Janajman, alcanzó la cumbre de uno de las montañas a más de 6.000 msnm del norte argentino, como el volcán San Francisco, que se encuentra situado en la Cordillera de los Andes, en Catamarca.
La expedición contó con la participación de dos socios del club: Micaela Pereyra y Fernando Martinis (presidente).
Además de Nicolás Pantaleón, quien se sumó en Fiambalá.
Vale mencionar que en la cumbre los expedicionarios desplegaron las banderas argentina, salteña y papal en honor al nuevo Pontífice, cuyo nombre es homónimo al del volcán, dejando una estampita bendecida con su figura.
Las cumbres logradas
La travesía contó con las siguientes cumbres en el nevado de Palermo: Ciénaga Grande de 6.050 msnm; Guanaco 6.030, msnm; Morro del Quemado, 6.080 msnm, y Palermo 6.150 msnm.
En el nevado de Cachi alcanzaron las siguientes cimas: Libertador General San Martín a msnm 6.380; Hoygaard, 6.100 msnm; San Miguel de Palermo a 6.030 msnm; Pilar de las Pailas, 5.960 msnm; cumbre Meléndez, 6.150 msnm; Pellicelli 6.000 msnm; Di Pasquo 5.600 msnm; Peñón Blanco 5.500 msnm y Pirámide a 5.400 msnm.
Los tiempos de marcha oscilaron entre 8 y 9 horas diarias. El peso de las mochilas rondaba los 16 kg cada una, ya que los escaladores llevaban alimentos y su equipo en ellas. La comida era liofilizada (utilizada por astronautas) para ahorrar peso en las espaldas.