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Está en buena forma física, sin heridas y solo deshidratada. Había víveres secos y agua donde quedó atrapada. Reshma es costurera y trabajaba en el edificio de 8 pisos que colapsó por fallas estructurales hace dos semana.
11 DE Mayo 2013 - 01:21
“No creí que iba a volver a ver la luz”, dijo con un hilo de voz. Una costurera atrapada entre los restos de un edificio de fábricas textiles que se desplomó fue rescatada ayer, después de 17 días, un acontecimiento notable en medio de una escena de horror inimaginable que ya se cobró más de mil vidas.
Reshma sobrevivió, en sorprendente buen estado, comiendo alimentos secos que estaban en el sector donde quedó atrapada y bebiendo la poca agua que tenía a mano. Fue encontrada en el segundo piso de los escombros del edificio Rana Plaza, de ocho pisos, donde los rescatistas han estado extrayendo cadáveres durante gran parte de las dos últimas semanas.
“Oí voces de los socorristas en los últimos días. Yo golpeaba los escombros con palos para llamar su atención”, dijo a la TV desde el hospital.
“Nadie me oía. Era terrible. Tenía cerca algunos alimentos secos y los comí durante 15 días. Los dos últimos días no tenía nada salvo agua. Solía beber una cantidad limitada para ahorrarla”, continuó.
Una vez que Reshma consiguió hacerse oír, los socorristas ordenaron a las grúas y topadoras que cesaran su labor y usaron sierras de mano, taladros y sopletes para cortar los hierros y los bloques que la rodeaban. Mientras, le alcanzaron agua, oxígeno y una solución salina.
Cuando la mujer fue liberada después de 40 minutos, el público estalló en vítores. Fue trasladada en una ambulancia a un hospital militar, pero los socorristas dijeron que estaba en notable buen estado.
Abdur Razzak, un oficial de ingeniería del Ejército, que fue el que primero la divisó, dijo que la mujer podía caminar. “Estaba bien, sin lesiones. Sólo había quedado atrapada. El espacio era amplio”, dijo.
Los muertos suman ya 1.042
La última persona con vida que encontraron los bomberos en Bangladesh, una mujer atrapada por la cintura, no pudo ser rescatada durante la noche del 28 de abril, debido a que se desencadenó un incendio que provocó también la muerte de uno de los bomberos que intentaba ayudarla.
Según el último recuento facilitado ayer por el Ejército, 1.042 personas han fallecido ya en la peor tragedia industrial de la historia del país asiático.
Con el rescate de Reshma el número de heridos se ha situado en 2.438, muchos de los cuales continúan hospitalizados.
La tragedia de Savar ha puesto de manifiesto las malas condiciones laborales y de seguridad que sufren los trabajadores de fábricas textiles en Bangladesh, que abastecen a las grandes multinacionales occidentales.
En el último medio año se han registrado cuatro graves siniestros mortales en Bangladesh -tres incendios y un derrumbe- en fábricas del ramo, el último de ellos un incendio ocurrido anteayer en un barrio de Dacca que causó la muerte a siete personas. Los obreros piden ahora sus sueldos.