La denuncia fue hecha pública por el diputado opositor Ismael García. Se trata de la grabación de una llamada telefónica entre Aramis Palacio, uno de los altos jefes del G2 cubano (la inteligencia castrista), y el conductor del programa La Hojilla de la estatal Venezolana de Televisión, Mario Silva.
“Allí se habla de grandes negocios en el sector económico entre el señor Diosdado Cabello, su hermano y el ex presidente de Cadivi (Comisión de Administración de Divisas) Manuel Barroso”, explicó.

En la conversación, también, como lo había adelantado Henrique Capriles, mencionan un presunto “golpe de Estado” que “ellos mismos” habrían planificado.
García afirmó que harán llegar la grabación a la Fiscalía General y la Contraloría de la República. “Allí se evidencia la pelea a cuchillo que hay en el Gobierno entre Diosdado Cabello y el señor Nicolás Maduro”, dijo.
 
Según García, “se habla de mucha gente, de la primera dama Cilia Flores, del presidente Nicolás Maduro. En esa cinta están dibujados incluso el actual ministro de la defensa Diego Molero”.
En cuanto a la grabación, el parlamentario indicó que “parece ser una autograbacion de Mario Silva para ser entregada al señor Raúl Castro, quien al parecer dirige la política venezolana”.
 
En la conversación, el conductor de La Hojilla (el programa de lanza para el chavismo, ya que desde allí se acusa a la oposición) habla de la devaluación realizada el pasado mes de enero: “La devaluación viene porque el problema principal era la fuga de divisas a través de empresas fantasmas afectas a Diosdado Cabello y a través de Cadivi”.
 
Silva confiesa estar atemorizado de que “Nicolás Maduro esté siendo manipulado por Cilia. Este es un continente de caudillos, compadre, y la mujer tiene que estar en la sombra”, agrega el periodista.
Por su parte, el periodista respondió en Twitter a las acusaciones. “Todo es un montaje”, aseguró y prometió una declaración oficial en su programa de televisión.
 
La ventaja obtenida el 14 de abril por Nicolás Maduro se redujo notablemente luego de la contabilización del sufragio en el exterior. De acuerdo con el sitio del Consejo Nacional Electoral de Venezuela, el chavista logró el 50,61% de los votos, mientras que su rival obtuvo el 49,12 por ciento.
 
Debido a esa escasa diferencia, la MUD compiló las denuncias de irregularidades y se presentó ante el Tribunal Supremo de Justicia. Se trata de dos recursos de más de 180 páginas en los que se pide la nulidad del proceso y se exige la realización de nuevos comicios.
 
Esta semana se conocerá la decisión del TSJ sobre las impugnaciones. Si bien no se sabe qué dirá, todo indica que el recurso quedará en la nada, algo que no era del todo insospechado por la dirigencia de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), ya que las dudas sobre el TSJ son cada vez más grandes.