Acceso web El Tribuno:
www.eltribuno.com
Contacto:
Editor: Pablo Juarez
E-mail: pjuarez@eltribuno.com.ar
Teléfono: +54 387 4246200
Por cualquier consulta administrativa o referida al sitio, puede escribirnos a: contactoweb@eltribuno.com.ar
Director: Sergio Romero
Telefono: +54 0810 888 2582
Razón Social: Horizontes On Line SA.
Registro de propiedad intelectual: 69686832Domicilio: Av. Ex. Combatientes de Malvinas 3890 - CP (A4412BYA) Salta, Argentina.
28 DE Mayo 2013 - 00:40
Yo me siento como una cuña incrustada en el corazón de los políticos con mañas feas. Esa cuña les duele; por eso me aborrecen.
“Personalmente creo que se ha desdibujado la República desde el momento en el que ha desaparecido la independencia de los poderes”.
Es diputado provincial por el Partido Conservador Popular, pero más que por su cargo legislativo es conocido por ser el fundador y la cara más visible de Codelco, el Comité de Defensa del Consumidor desde el cual atendió a miles y miles de ciudadanos que buscaban asistencia para resolver algún conflicto con un servicio o una compra en un comercio. En la arena política, los salteños vieron a Guillermo Durand Cornejo como concejal de la ciudad de Salta, actualmente como diputado provincial y ahora aspira a convertirse en diputado nacional. Sus orígenes políticos, cuenta, se remontan a su niñez. “Hablar de la cosa pública -cuenta- era algo habitual en la casa de mis padres, en la de mis abuelos; fueron ellos los que me inculcaron que la cosa pública es de interés del ciudadano y por eso la política me gustó desde chiquito”. Dialogó con El Tribuno sobre sus aspiraciones a integrar el Congreso Nacional y de llegar allí a partir de un proyecto político apoyado en una alianza y sustentado en la incorporación de “gente joven, proba, que esté dispuesta a meterse y pelear por salvar la Patria”, asegura. Asegura que llegar a ser diputado nacional será, a sus 58 años, el último paso en la carrera política.
El cargo de concejal fue su primer peldaño en la política ¿Cómo llegó?
En 1994 tuve la oportunidad de tener el primer cargo público y fui electo concejal. Tuve una experiencia espantosa, me vi realmente en medio de una letrina, con la crudísima realidad de lo peor de la política y, bueno, estuve un año y dos meses y terminé renunciando porque terminé asqueado. Había muy poquita gente en ese Concejo Deliberante que uno hubiese respetado. A la par de eso, con un grupo de vecinos, de personas y asociaciones en ese momento fundamos Codelco. Y debo decir que nunca en mi vida me hubiese imaginado que una asociación civil me hubiese permitido entregar tanto de mí y haber recibido tantísimo de la gente. A través de una asociación civil, las famosas ONG, uno tiene la oportunidad de hacer cosas concretas y eso es política de verdad. He tenido una experiencia única a través de Codelco.
¿Cómo fue su regreso a la política?
A los años tuve revancha. Y ya no en una lista sábana, porque después de varios años de trabajar en Codelco se me dio la oportunidad de ir con una lista propia, a través del Partido Conservador Popular. A partir de allí logré muchísimas cosas, pero antes que nada me di cuenta que es importantísimo que la gente se meta en política. El problema lo he tenido con el establishment político. Yo detesto a los políticos del establishment y ellos me aborrecen y para mí eso es un honor porque los que me aborrecen precisamente son, desde mi punto de vista, los que hacen que la política sea sucia. La parte positiva es que he tenido la oportunidad de conocer muchísimos políticos, por ejemplo legisladores, que no son conocidos, gente del interior, o políticos que no son de primera línea, que son gente buena, gente honorable, que quieren hacer algo, que a lo mejor no saben cómo hacerlo o no se animan porque están dentro de un partido grande y la tentación de levantar la mano es muy grande porque les hace ascender más rápido que hacer las cosas que la conciencia les debiera dictar.
Precisamente ese “lado oscuro” que muchos ven en la política es lo que impide a muchas personas ingresar a ella, ¿cómo se revierte eso?
Yo tengo la suerte de poder rendir examen todos los días, porque tengo muchos programas de radio y de televisión o sea que estoy todos los días metido en la casa de la gente y la gente tiene un canal directo conmigo. Además, camino todo el día por la calle y la gente me para a cada minuto y hace sugerencias y me dicen cosas. Ese mensaje que recibo permanentemente de la gente es lo que realmente me sostiene. Es una experiencia tan gratificante que creo que contarla puede servirle a toda esa gente que yo quiero que se meta en la política. Conozco tanta gente buena, preparada, honorable, pero que no se anima porque tienen miedo, creen que los van a manchar, que los van a salpicar, y en algún punto tienen razón. Pero lo que yo les digo es que se metan porque vamos a ser muchos y no van a poder con todos nosotros. La inmensa mayoría de los salteños, jóvenes y gente mayor, tiene mucho para dar a nuestra provincia y a nuestro país.
Insisto, ¿cómo piensa atraer a toda esa gente?
Desde que hice público que me iba a presentar como candidato a diputado nacional, se me acercaron un montón de personas que no conozco y que conozco, de todas las edades, y me impresiona que no piden nada a cambio. No quieren ser candidatos a nada, no quieren un cargo político, solo quieren colaborar. Por eso estoy tan ilusionado. Y esto no es algo ideológico, esto no es ni de izquierda, ni de derecha ni del centro; es de gente de bien que quiere salvar nuestra patria. Eso es lo que necesitamos ahora.
Según su descripción ¿está tratando de armar un grupo que haga contrapeso a la política actual?
Yo me siento como una cuña incrustada en el corazón de los políticos con mañas feas. Me siento como una cuña que les duele, por eso me aborrecen y yo les digo en la cara que me encanta que me aborrezcan porque son gente que le están haciendo mucho daño a nuestro país y a nuestra provincia. A mí lo único que me preocupa es podes seguir caminando con la frente alta, sin que nadie me señale, y jamás, jamás, por nada de esta vida, sería capaz de cambiar todo esto.
¿Cómo es hoy intentar llegar al Congreso Nacional?
Siento un enorme entusiasmo. No me divierten los embates que el Gobierno hace en contra mío, esta energía negativa que me quieren meter; pero no me amilanan en absoluto. Cuando tenés el apoyo de tu familia y de la gente, qué más podés pedir.
¿Cuál es el principal punto de su propuesta?
Hay varios pero para no irme por las ramas quiero comentarle a los comprovincianos cómo debe ser un diputado nacional, que representa al pueblo de la provincia de Salta, jamás a un gobierno. Tenemos una lamentable tradición en Salta de diputados provinciales que han sido elegidos por el pueblo salteño y que llegan a Buenos Aires y al día siguiente se convierten en porteños y en vez de preocuparse por el pueblo salteño, empiezan a defender una ideología o una política de gobierno. Para eso no está un diputado. Los diputados están para controlar al Gobierno y para representar al pueblo que los eligió.
Bueno, esa es una definición en general...
Hay tantísimas cosas para trabajar, pero realmente creo que es momento no de hablar puntualmente de algo. A mí me preocupa rescatar a nuestra Patria porque estamos viviendo momentos muy duros. Se ha desdibujado la República desde el momento en el que ha desaparecido la independencia de los poderes. Recuerden que la esencia de una República es que exista un poder ejecutivo, un legislativo y un judicial. Ese judicial es el que ampara a los ciudadanos, el Ejecutivo el que lleva adelante las política de Gobierno y el legislativo debe controlar a los otros dos poderes, hacer de contrapeso.
¿Qué opina de la reforma judicial que aprobó el Congreso?
Gravísimo! Todos sabemos que hay gravísimos problemas con la Justicia, pero lo que ha hecho el Gobierno no es tratar de salvar a la Justicia, sino terminar de hundirla, lamentablemente es así. ¿Cuál es el sueño de un tirano? Que un juez no lo lleve preso nunca, es decir, la impunidad. Y lo que se logra con estas últimas leyes es tener jueces adictos, temerosos, y no jueces independientes. Esto es en líneas generales y para que se entienda, porque muchas veces desde el Gobierno se presentan estos proyectos como democratizar la justicia.
Hablo de tiranía y lo relacionó con el Gobierno nacional...
Esto no se está inaugurando en la Argentina. Esto es muy común; fijate lo que ha ocurrido en Venezuela, en Ecuador..., se llega al poder por medios lícitos y democráticos y con el tiempo se va degenerando el sistema. Todo comenzó con lo que se conoció como “borocotización” de la política, pero continuó con muchos personajes más. Aquí permanentemente se compran representantes. Por eso el ciudadano tiene que elegir gente que conozca, que sepa que no se va a vender, que no va a traicionar el mandato popular ni a nuestra Nación.
¿Qué necesita Salta del Congreso Nacional?
Muchísimas cosas; por ejemplo, una nueva ley de coparticipación. No puede ser que las provincias estén mendigando recursos para desarrollarse. Y lo que es peor, que cuando se da que la provincia tiene el mismo signo partidarios que la Nación, desde los gobernadores hasta el último de los representantes no presionan al poder de turno para lograr cosas para sus provincias porque está la obediencia al partido.
Hay una larga tradición de anteponer los intereses partidarios a los de la gente...
Absolutamente. Anteponen los intereses de un partido o de un gobierno a la Nación misma. Y eso no puede ser porque es traicionar al pueblo.