La Clásica 1§ de Mayo fue una gran fiesta para el pueblo de Salta que pudo celebrar el Día del Trabajador observando y siendo parte de la gran estructura que mueve la tradicional competencia salteña, la más antigua del país en materia de ciclismo. Pero no todo fue color de rosas ya que un factor fundamental para el desarrollo de la prueba dejó mucho que desear: el estado del circuito.

Luego de ser consultado por la carrera, Cristian Ranquehue, del equipo Tres de Febrero (provincia de Buenos Aires) y segundo en la final categoría elite, sostuvo: “Es una carrera durísima, una de la dificultades fue el mal estado del asfalto, sectores deteriorados que complicaron la cosa. Después el nivel de competidores hizo que sea una competencia muy exigente”.

Por su porte, el salteño Gabriel Díaz, del equipo San Luis Somos Todos (correrán este fin de semana en Misiones), también dijo lo suyo: “La organización estuvo muy bien, muy buen nivel pero el circuito fue de terror. Todos los ciclistas se quejaron y con razón no se puede correr así porque rompés una bici de esas y te sale mucha plata, ni hablar de las consecuencias por una lesión”, apuntó el salteño.

Los tramos que comprendían las calles Luis Burela, la avenida Independencia y la 12 de Octubre, entre otras, fueron los más peligrosos y deteriorados. Puntos a tener en cuenta sobre todo si se quiere incluir a la Clásica al calendario internacional de la UCI.