El PRO cerró anoche alianzas electorales en 22 provincias pero reconoció anoche que existían dificultades en las negociaciones con el gobernador cordobés, José Manuel de la Sota, y el diputado Francisco de Narváez, para conformar un frente común en la Capital Federal, Córdoba y Buenos Aires.

“Tenemos cerradas alianzas en 22 provincias. Algunas con la Unión Cívica Radical (UCR), otras con el PJ disidente”, resaltó un dirigente cercano a Macri para advertir que la propuesta de De Narváez no era nacional sino “solo para tres distritos” clave. Según supo, una de las exigencias que el macrismo le planteó al referente del PJ disidente es lograr 11 lugares en la lista de candidatos a legisladores en la provincia de Buenos Aires y 5 lugares al Congreso.