No fue una semana más, ya que la suba del piso de Ganancias anunciada días atrás por la Presidenta era una de las banderas más reclamadas por sindicalistas y opositores. “A este aumento lo vemos bien, aunque es una medida electoralista”, sostuvo ayer Luis Barrionuevo. En una entrevista con El Tribuno, el dirigente cercano a Sergio Massa pidió que el mínimo del impuesto suba por ley y aseguró que el “verdadero” problema de los trabajadores es la “inflación”. Además, descartó que el anuncio vaya a bajar la conflictividad gremial y criticó duramente al jefe de Gabinete bonaerense, quien dijo que Barrionuevo era el “cerebro” de Massa. “Alberto Pérez es el cafisho de Daniel Scioli, es un gordito cafisho que no entiende nada de lo que pasa en la provincia”, concluyó.

¿Qué análisis hace del anuncio que hizo la Presidenta esta semana sobre el impuesto a las Ganancias?

A esta medida la vemos bien, más allá de que es tardía. Es una medida electoralista puramente. En principio viene a reafirmar todas las sospechas que teníamos con este anuncio sorpresivo: de que están poniendo (en los recibos de sueldo) que es una medida del Gobierno nacional, lo que es insólito ya que es plata de los trabajadores que el Gobierno venía reteniendo injustamente desde hace algunos años. Los últimos dos años fueron los que el Gobierno más acrecentó, a nivel de paritarias, la presión impositiva sobre Ganancias, ya que nos venían sacando una parte importante del salario. Se subsidiaban otras cosas con la plata de los trabajadores. Hace dos años había 700 mil trabajadores afectados al impuesto y ahora hay 2.500.000. De esos, un millón se verán beneficiados, ya que el impuesto sigue afectando al monotributista, al autónomo y a los trabajadores que hoy están superando los $15 mil. Creemos que esto nos afectará en las horas extras y en los montos no remunerativos.

Si hay tanto consenso, ¿por qué cree que esto no sale por ley?

Hoy se puede llegar a debatir el tema, ya que hay pedidos de varios legisladores para que se haga una ley. Creo que el Gobierno no quiso subir el piso de Ganancias a nivel del Congreso justamente porque esta es una medida electoralista, porque sino al otro día no estaría poniendo (en los recibos de sueldo) que es un beneficio que otorgó el Gobierno.

¿Piensa que con este anuncio se descomprime un poco la conflictividad gremial?

No, para nada. Para nada porque hay otros problemas que van a afectar después de octubre. La unidad del movimiento obrero cada vez está más cerca. Hay temas pendientes y este tema espera ser tratado en el Congreso. El otro tema es la deuda que hay con el sistema de obras sociales, que ya son casi 20 mil millones de pesos. También nos preocupan las asignaciones familiares, todos estos asuntos hay que tratarlos. Pero el tema que más nos afecta a los trabajadores, y que el Gobierno lo niega, es la inflación.

Usted dice que la unidad de la CGT está muy cerca, Caló dice lo mismo y el moyanismo también. ¿Qué falta para que eso ocurra?

Acá hay un tema político. Hay gremios que están comprometidos con el Gobierno cristinista, caso puntual Caló. Ellos mismos ya están viendo que el kirchnerismo se termina, entonces todos empezamos a buscar la unidad del movimiento obrero. Nosotros hemos planteado esto en todo momento. Después se fueron los gordos y después Moyano, así que quedó la CGT partida en muchos pedazos y trataremos de fusionarla. Trataremos de ver si después de octubre podemos darle a los trabajadores algo serio como la unidad del movimiento obrero, y poder en serio trabajar en algunos temas que son puntuales. Acá el problema más grande que nosotros tenemos es el inflacionario. Los gastronómicos cerramos paritarias con cuatro cámaras y cuando vos empezás a cobrar el aumento -que normalmente lo haces en tres partes- te lo comió la inflación. Los alimentos son los que más han aumentado de todos los servicios que tienen que ver con el hogar. El asunto a vencer es la inflación, y es un tema que el Gobierno nunca ha admitido.

El sciolismo dijo que usted y Juan José Alvarez, exsecretario de Seguridad de Eduardo Duhalde, son los cerebros de Sergio Massa. ¿Es así?

Quién dijo eso fue Alberto Pérez, el cafisho que tiene Scioli como jefe de Gabinete. Pérez es un gordito cafisho que no entiende nada de lo que pasa en la provincia de Buenos Aires con la inseguridad. La provincia que gobierna Scioli es una de las que menos gestión tiene; no tiene gestión la provincia de Buenos Aires. Lo que ha manifestado Pérez es dejar de lado lo que ha venido pidiendo el gobernador. El mismo Scioli ha pedido un acercamiento con Massa para lograr la unidad, y han estado conversando hasta cinco minutos antes del cierre de listas para ver si estaban todos juntos. Lo que pasa es que Scioli salió corriendo cuando Massa le ofreció el segundo lugar para su esposa Karina Rabolini. Scioli quería ese lugar para su socio (Francisco) De Narváez. Al no aceptarlo, Scioli aparece bueno con el Gobierno nacional que tanto daño le hizo y lo ponen como el gran electoral, y perdieron todos juntos. En octubre van a perder peor todavía. Massa tiene la suficiente experiencia y capacidad para definir qué quiere.

Políticamente hablando, ¿considera que Massa le robó la bandera de Ganancias a Moyano?

(Silencio) No. Este es un tema que planteó todo el equipo de Massa. Ellos han elaborado un proyecto de ley para que esto sea tratado en el Congreso. Yo creo que el Gobierno se ha apresurado en un tema que atañe a millones de personas como el tema del mínimo no imponible.