Guillermo Durand Cornejo es titular de Codelco (Comité de Defensa del Consumidor) y diputado provincial por el Partido Conservador Popular. Hoy, el legislador quedó en primer lugar en las primarias nacionales lo que le permitiría alcanzar una banca en el Congreso Nacional a través del Frente Popular Salteño.

En diálogo con El Tribuno, Durand Cornejo se refirió al complejo cuadro político en la provincia que estuvo atravesado en los últimos días por el escándalo del depuesto intendente de Salvador Mazza y la consiguiente legitimación política del gobernador Urtubey sobre Carlos Villalba.

¿Por qué cree que esta semana ha sido tan criticado en particular desde el Foro de Intendentes?

Porque les prendo la luz permanentemente. Lo que pasó con Salvador Mazza, en Rivadavia Banda Sur, en la ciudad de Salta. No se puede hablar de este echado intendente (Carlos Villalba) sin hablar del intendente Isa. La mayoría de los salteños entienden que donde lo descubren a Villalba era en Salvador Mazza y no es así. Fue en Salta capital. Y eso los medios, sobre todo nacionales, no lo aclararon, salvo algunas excepciones. Hay que contar que hay otra trama peor que la de Salvador Mazza; en capital, por ejemplo, Cristina Fiore, con su firma habilitó esos prostíbulos. Después no podemos olvidarnos de los deliverys de drogas en los móviles de la Municipalidad. No es que encontraron una vez droga en los móviles de la Municipalidad. Han habido muchos casos.

¿Por qué tanta impunidad?

Porque se ha profundizado el estilo kirchnerista de hacer política que, por supuesto, en Salta está en su máxima expresión con el gobernador. A pesar de que aquí se hace el que no es kirchnerista, es un kirchnerista de primera agua. Es más, aspira a suceder a la Presidenta. Hay que hablar claro. Algunos me dicen cómo voy a hablar así de los políticos estando en política. Por supuesto que lo voy a hacer, si yo soy un afectado de estos individuos, porque el ciudadano común no está equivocado. Cuando desprecian a los gremialistas corruptos, a los gobernantes corruptos, no es que se les ocurrió de casualidad. Son años de ver esta podredumbre en la política. Y la verdad que no me resulta ser parte de esto. Yo no soy parte. Me tengo que diferenciar. Ahora se habla del intendente de Salvador Mazza. No hace falta agregar nada, pero no puedo dejar de hablar del intendente Isa. Entró con una mano atrás y otra adelante hace diez años en el municipio y hoy es un hombre millonario. Va a tener que rendir cuentas ante la Justicia. ¿Cómo es posible que aparezca una hija titular de una propiedad de más de dos millones de pesos? ¿Cómo es que puede tener empresas constructoras que a la vez contrata a través del mismo municipio?

¿La gente está percibiendo esto?

Algunos sí. Otros creen en el relato oficial. Lamentablemente mucha gente no puede enterarse de estas cosas. Yo le voy a dar el ejemplo del municipio de capital que destina casi 3 millones de pesos mensuales a publicidad oficial que incluye pagar a medios de difusión y a algunos comunicadores. Es bueno que se conozca esto porque la mayoría de los comunicadores son honestos. Pero hay algunos que cobran para armar el relato oficial y para tapar estos actos de corrupción.

Que muchos dirigentes del PJ y ligados al oficialismo hayan planteado criticas al Gobierno, ¿enciende una luz de alerta?

No todo está mal. El intendente de Tartagal (Sergio Leavy) no es una mala persona. El intendente de La Merced (Juan Angel Pérez), de La Caldera (Luis Mendaña), Roberto Gramaglia, no son malas personas. Lo que pasa es que en la política se actúa como en la mafia. El otro día en la Cámara de Diputados indignado marqué la protección que le da el gobernador a Villalba. La semana pasada se lo echó y como al gobernador le convienen los votos de este señor se lo lleva a su partido. Pero no todo está perdido. El otro día en la Cámara de Diputados vi actos muy nobles. El diputado Angel de Tartagal dijo que va a renunciar porque el gobernador decidió llevar a Villalba de candidato por el PJ.

¿Es solo una cuestión de votos lo de Villalba?

No. Es una cuestión de votos e impunidad. Hay protección política. La protección se da en la mafia. En la política no puede haber protección. Eso se llama encubrimiento. Y el encubrimiento es una figura penal. Lamentablemente estamos tomando como algo normal esto que se da en los últimos años en la política y no es normal. No podemos aceptarlo. Que un gobernador ponga a su hermano de candidato, que un intendente ponga a la hija de candidata no puede ser normal. Eso va en contra de toda ética. Y debiera haber una figura penal que castigue esto, así como las reelecciones indefinidas. Hay intendentes que están décadas en el poder. Ellos son opulentos y los vecinos son todos pobrísimos. ¿Cómo se puede entender esto?

¿Y cuál es el rol de la Justicia en este marco?

Si hablamos de la podredumbre de la política, no menos pasa en la Justicia. Lo que pasa en la Justicia es terrible. Son muy pocos los jueces corajudos y honestos. Cada gobernante va sumando jueces venales, adictos, jueces temerosos para poder obtener un fallo. Jueces corruptos que cobran por la sentencia. Que le tengan miedo al gobierno de turno es gravísimo, porque nos coloca en un estado de indefensión a todos. Después resulta que voy al juez y da la orden de no investigar a un amigo del gobierno. Esto es terrible. Usar a la Justicia para perseguir opositores. Esto es algo que viene a nivel país. Se espera que ese funcionario deje de ser funcionario. La costumbre de la Justicia es dejarlo, dejarlo hacer. Si tiene banca se lo salva y si no tiene banca se espera que deje el poder.

¿Qué balance hace de las elecciones que pasaron?

Las PASO son una pararruchada. A los argentinos nos cuesta cientos de millones de pesos. Cuando cuento en otros lugares que en Salta tenemos cuatro elecciones este año no pueden creerlo. Ya en Buenos Aires les parece una locura que haya dos elecciones. Imagínese cuando les digo que hay cuatro. Se podría hacer un barrio para 500 familias con ese dinero. Cuando me hablan de la primaria, de las PASO a mi la verdad que me indigna.