El festejo esta vez no fue local. Central Córdoba de Tucumán terminó consagrándose campeón de la Liga Nacional B, que se jugó en nuestra ciudad al superar a Popeye A por 4 a 1. Un campeonato que vino de la mano del tan esperado ascenso a la máxima competencia del interior del país como lo es la Liga Nacional A.

Con los ánimos de una final y el calor adentro y fuera de la cancha, el de ayer fue un partido que se puede explicar en dos capítulos. El primero con un equipo espinaca prácticamente desdibujado del sintético y un combinado tucumano haciendo valer el peso de sus individualidades con Juan Ignacio Gilardi, Lucas Rey y Guido Barreiros, del seleccionado nacional, como baluartes.

Tres córner cortos a favor y dos goles por esa vía fue el saldo para Central Córdoba en los primeros quince minutos del encuentro. Para entonces había encontrado la manera de lastimar a su rival a través de un solo verdugo: Juan Ignacio Gilardi (3' y 14'), arrastrador oficial del equipo argentino.

En un vestigio de lo que en realidad podían hacer los locales, a través de Pablo Morales sumaron el único gol de la etapa cuando faltaban solamente tres minutos para que culminara.

Los entredichos entre algunos espectadores y la gente de Central Córdoba durante el descanso marcaron el único momento tenso de la final.

El segundo capítulo de esta historia llegó con los últimos 35 minutos por jugarse.

Un cambio táctico rotundo por parte de los salteños en un planteo netamente defensivo les permitió jugar de igual a igual y crear una importante cantidad de situaciones de gol. A pesar de que no tuvieron el mejor final,

Los córner cortos siguieron marcando el ritmo de las jugadas más peligrosas con la diferencia de que Popeye A no supo aprovecharlas y Central Córdoba sí. Fue así que a los 20' y 34' de la etapa nuevamente Gilardi se encargó de convertir y cerrar una victoria que los puso entre los equipos que disputarán la Liga Nacional A durante noviembre.

La próxima será... podría ser la frase para los espinacas, lo que queda claro es que ayer Salta tuvo en cancha a un digno representante.

Bronca, lágrimas y reflexión

Bronca, lágrimas y reflexión formaron la postal de Popeye A al terminar la final de ayer. “Cuando perdés, tenés la oportunidad de revisar los errores que cuando ganás no ves. Esto nos sirve para el punto de partida de algo nuevo que tenemos que comenzar. Sería muy bueno tener, por ejemplo, un regional masculino”, expresó Pablo Morales, capitán de Popeye A.

“Fue un disgusto total ver que todo el hockey de Salta alentó en contra de Popeye. Creo que no nos merecíamos eso, porque siempre estuvimos cuando los demás nos necesitaron”, aseguró Jorge Gómez, entrenador del equipo espinaca.

“Hemos jugado con un buen equipo”

Disfrutando un momento de gran alegría con el equipo y sintiéndose parte del mismo, Juan Ignacio Gilardi, Lucas Rey y Guido Barreiros cerraron una presentación histórica en Salta. Aquella que por primera vez reunió a tres jugadores de selección vistiendo la misma camiseta de un club norteño.

“Hemos jugado la final con un buen equipo. El partido nos costó trabajo pero supimos convertir los córner cortos”, aseguró Gilardi, encargado de marcar los cuatro goles de la consagración.

“El que hayamos estado en Central Córdoba no fue la gran diferencia porque se vio un partido parejo”, destacó Barreiros al finalizar el encuentro. Estos jugadores de selección dejaron su sello por nuestra ciudad conscientes del valor agregado que le aportó a la Liga Nacional B haberlos tenidos entre sus jugadores. En pocas semanas los tres volverán a la actividad con el seleccionado argentino en un entrenamiento que se realizará en Mendoza.

El bronce para Jockey Club

El podio de la Liga Nacional B masculina contó con otro representante salteño. Fue el caso del Jockey Club que se alzó con la medalla de bronce al superar al también salteño Gimnasia y Tiro por penales (5-4). La definición del partido por el tercer puesto puso en cancha a dos equipos que en el ataque encontraron la manera de llegar al arco rival. El partido terminó igualado 3 a 3.

Por el lado de los albirrojos los goles fueron convertidos por Javier Medina (5' y 8') del primer tiempo y Benjamín Toma (8') del segundo. Gimnasia marcó a través de Santiago Garrone (35') del primer tiempo, Ariel Sarapura (24') y (32') del segundo.

“Esta medalla cierra el esfuerzo de un grupo de chicos que se gestionan todo a pulmón. Somos entrenadores, jugadores, todo y sin recibir mucho apoyo”, aseguró Juan Iñigo. “Sabemos que en esta liga hubo equipos mejores que nosotros, pero la medalla de bronce nos brinda el desafío de consolidar el hockey masculino dentro del club desde las bases”, apuntó José Luis Medina, quien junto a Iñigo representan a dos grandes referentes del equipo.

Jockey Club jugó con: Fabricio Silva, Benjamín Toma, Hernán Palacios, Guillermo Chaile, Carlos Sánchez, Juan Iñigo, Gustavo, Javier y José Medina, Facundo Zelaya, Matías Vargas.