La intendenta de Cachi, Fanny Flores, habló con El Tribuno acerca del presente del sector pimentonero y los proyectos que llevan adelante desde el municipio para mejorar la calidad de los productos e ingresar a nuevos mercados. “Que el ciclo de secado, fraccionamiento y envasado se haga en Cachi es el objetivo”, destacó la jefa comunal.
 
¿Cuál es el objetivo de la intervención del municipio en el sector pimentonero?
Lo que buscamos fundamentalmente es proteger al pequeño productor, a través del establecimiento de un precio sostén de comercialización. Es decir, que los intermediarios que llegan a la zona a comprar la producción primaria no pueden pagar menos de ese valor, que para este año se fijó en $22 el kg en vaina secado de primera calidad. Para llegar a este monto se analizan diversos factores relacionados a los costos, los precios de mercado, etc.
 
¿Qué importancia tiene el sector dentro de la economía del municipio?
El pimiento para pimentón es un cultivo tradicional de los Valles Calchaquíes. Solo en nuestra localidad hay más de 180 pequeños productores que explotan generalmente superficies de entre dos y cuatro hectáreas. También hay medianos, con cerca de diez hectáreas, pero son los menos. El problema es que antes no se reconocía la labor del agricultor y venían compradores de afuera que se llevaban la producción por la nada. El precio sostén, precisamente, busca protegerlos.
 
En cuanto a calidad, ¿se trabaja para mejorarla e ingresar a nuevos mercados?
Sí. La falta de calidad era un problema a la hora de comercializar y fijar los precios. Se trataba de una producción muy rudimentaria, el secado se hacía a cielo abierto sobre la falda de las montañas. Para mejorarla hemos instalado un importante secadero. Además, apuntamos a que la molienda se realice aquí, al igual que el fraccionamiento y el envasado. En este sentido, el molino ya lo compramos, solo falta instalarlo. También caminamos rumbo a poner en marcha una fraccionadora y construir los galpones que necesitamos. Luego, el segundo paso será acelerar la conformación de una cooperativa de productores, para que sean los agricultores mismos los encargados de velar por sus intereses. San Carlos, por ejemplo, ya cuenta con una cooperativa que funciona muy bien.
 
¿Cuentan con apoyo de la provincia o la nación para avanzar en este sentido?
Fundamentalmente del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. De ellos recibimos el apoyo financiero en este proyecto que emprendimos para cerrar el ciclo de agregado de valor a la producción primaria.
De la provincia recibimos apoyo técnico y los créditos que obtenemos del Fondo de Inversiones de Salta, para poder comprar la producción a los agricultores que no pudieron colocar su cosecha. Pero no es un tema fácil, ya que requerimos todos los años del acompañamiento del Concejo Deliberante y no siempre los concejales están dispuestos a aprobar esta operatoria, puesto que lo que se pone en riesgo es la coparticipación del municipio, que actúa como garante del los productores.
Somos optimistas que con la mejora de la calidad se podrá ingresar a nuevos mercados y sobre todo, nos permitirá exportar que es a lo que apuntamos. Para eso tenemos que aportar tecnología a los productores que no la tienen y unificar los secaderos de la zona, ya que hay algunos agricultores que pudieron acceder particularmente a este tipo de tecnología. Un sello de calidad de los productos de la zona, sería lo que nos abriría definitivamente las puertas de nuevos mercados.