Hace cuarenta y siete años, en el norte de la provincia de Salta, un grupo de vecinos fundó el Club Villa Saavedra en honor a la populosa barriada que lleva ese nombre.

Saavedra tiene una extensa historia deportiva en Tartagal, pese a que no cuenta con un terreno propio y su sede es compartida con el centro vecinal del barrio.

El presidente del club pincharrata, Antonio Raúl Pérez, asumió en noviembre pasado y tiene un largo camino para cumplir los dos años de mandato. Y como deseo, en este nuevo aniversario, pidió un espacio a las autoridades municipales o provinciales. “Vamos a tratar de conseguir ingresos para tener nuestro propio terreno, ese sería un sueño para el club”, dijo Pérez a El Tribuno.

Villa Saavedra cumple un rol fundamental, ya que cuenta con cuatro divisiones inferiores y convoca a más de cien chicos, alejándolos de la calle y de los malos hábitos.

Su presente deportivo no es el mejor, el equipo marcha último en el torneo Anual de la Liga Departamental, pero esto no detiene a la dirigencia que sigue trabajando para que la institución siga creciendo.

Saavedra fue fundado en 1967, los primeros dirigentes que gestaron este sueño fueron don Gerardo Vargas, don Rogelio Argañaraz y don Siricio Cuellar, entre otros.

En aquel primer equipo, que disputó el viejo Torneo Tartagalense, se destacaron los hermanos Camacho, los hermanos Carrizo y los hermanos Cardozo, para recordar a los pioneros del fútbol de Saavedra.

El primer título de Saavedra llegó en el año 1972 y en el 78 se celebró el segundo. Y después, el club tuvo que esperar diez años para gritar otra vez campeón, fue en 1988; luego dio la vuelta olímpica en el 2000, cuando logró su primera participación en un campeonato del Consejo Federal: el Argentino B.

En el 2004, ya con el nuevo campeonato de la Liga Departamental, logró un título y el año pasado conquistó el último, con el cual pasó a jugar el Torneo del Interior.