La Argentina transcurre en estos días entre la disyuntiva de dejar atrás lo más rápido posible un pasado de incumplimientos e ingresar de nuevo a las grandes ligas de las finanzas internacionales. Todavía está pendiente el último escollo para salir del default, luego de años de estar imposibilitado de acceder a los mercado internacionales. El próximo 12 de junio la Corte Suprema de los Estados Unidos definirá si acepta, rechaza, o bien solicita opinión al gobierno estadounidense para tomar decisión sobre la apelación de Argentina contra los fondos buitre, en el caso denominado “el fallo del siglo”.

En esta etapa de acercamiento una delegación parlamentaria integrada por legisladores oficialistas y opositores viajó ayer a Estados Unidos, donde explicitarán su respaldo a la posición argentina en el juicio que enfrenta el país con los fondos buitre, ante la inminente resolución que tomará la Corte Suprema norteamericana respecto al litigio. En la medida que la Argentina cierra las puertas de sistemáticos incumplimientos del pasado, la confirmación de una nueva agenda empieza a rendir frutos. Hace unos días Rusia invitó al país a la próxima cumbre a realizarse en Brasil por el bloque económico de nuevas potencias y países emergentes conocido como Brics. Será la primera participación del país junto al bloque de potencias y naciones emergentes, que completan India, China y Sudáfrica. También anunciaron la visita del presidente Putin a Buenos Aires, para reunirse con Cristina.

El interés de Europa por cerrar un acuerdo está relacionado con que Estados Unidos ya puso un pie en Vaca Muerta de la mano de Chevron y se les adelantó dos casilleros. Por el diferendo con Repsol y el Club de París, las petroleras europeas quedaron rezagadas y la verdad es que hay un anhelo muy fuerte por participar de ese yacimiento. Vaca Muerta va a ser la puerta de entrada de las inversiones extranjeras a partir del acuerdo con el Club de París, destacaron economistas en el Precoloquio de IDEA.

En el aspecto interno

Mientras todo marcha sobre rieles en el ámbito externo, el Gobierno enfrenta un escenario con problemas de diferente magnitud. El más importante, el Indec ya encontró aprobación en los técnicos del Fondo Monetario Internacional y en los próximos meses puede haber novedades. No obstante la inflación, si bien bajó en mayo, todo hace suponer que retomará la senda alcista en los próximos meses.

Por otra parte, en el escenario económico persiste el déficit fiscal y un atraso cambiario que no alcanza con las microdevaluaciones. Lejos de atenuarlo lo empezó a financiar con emisión monetaria y reservas. Pero el Gobierno se dio cuenta de que el camino era insostenible. Por eso terminó devaluando y quitando algo de subsidios.

“A medida que se vayan destrabando líneas de crédito con inversión productiva vamos ir viendo otro movimiento. Pero me parece que se van a ir dando a partir del año que viene”, destacó un economista y esa es la máxima aspiración que hoy tiene el Gobierno, más allá de la fecha.

Los 5 puntos a resolver, por Federico sturzenegger

De acuerdo a cómo se fueron presentando los hechos, creo que el acuerdo con el club de París marca la agenda que tiene el Gobierno, de aquí hasta el final del ciclo. En ese contexto hay cinco temas que separaban a la Argentina del mundo. El conflicto con Repsol, el club de París, el tema de los fondos buitre, el cepo cambiario y el más excluyente, el de engañar con las estadísticas.

Cinco asignaturas que persiguieron al país en los últimos tiempos y que hoy se hace imprescindible resolver. Hoy (en el Precoloquio de IDEA) se uso la analogía del puente, es decir cómo se construye desde la base inicial. Entonces los dos primeros problemas que tenía la Argentina se resolvieron. No quiere decir que estemos de acuerdo, podemos discutir si lo del club de París fue una resolución buena o no. Para mí, creo que no fue una negociación, simplemente la Argentina pasó por ventanilla. Primero preguntó cuanto debía y luego pagó. Inclusive, desconociendo que en la propia página de economía en el mes de diciembre del año pasado, figuraba que se debía solamente US$ 6.000 millones. Es cierto que en el tema de los punitorios las lecturas pueden ser diferentes. Más allá de la crítica, se podría puntualizar que por la demora en resolver el problema, la deuda se potenció. Lo cierto es que a pesar de las distintas consideraciones la Argentina resolvió el problema.

Quedan pendiente el tema de los fondos buitre, destacando que en los próximos días, un grupo de legisladores proveniente de diferentes áreas políticas está viajando a los Estados Unidos para convalidar con la presencia un acto de reparación. A nosotros cuando nos plantearon la iniciativa no dudamos ni un momento. Mauricio Macri no dudó para nada, porque es una situación que en el contexto de la construcción de una nueva agenda es bueno para la Argentina. Y, nos parece muy positivos que podamos hacer una contribución a la postura del país. Otras cosas que hay que solucionar de manera urgente es el cepo cambiario, porque no pueda haber tanta diferencia entre el dólar oficial y paralelo. De esta manera nadie va a tener interés en invertir. Finalmente el tema del Indec debe resolverse con un sinceramiento oficial, sin seguir perjudicando a la gente.