Una perrita mestiza de unos cinco años pasó varios días confinada en un tacho de chapa de 200 litros tapado con una madera y sostenido por tres enormes piedras que aseguraban el lapidario encierro del animal. Soportó altas temperaturas sin agua ni comida. La sospecha del maltrato llegó a los oídos de los vecinos del barrio San Jorge de El Carril, cuando escucharon el sollozo del animalito en la casa de su dueña, llamada "Yola".
En esa cuadra de calle Los Algarrobos varios vecinos advirtieron de estos sonidos de noche, sin saber a ciencia cierta de lo que se trataba. Hasta que una vecina fotografió el tacho que parecía vacío, pero que se movía de a ratos, y desde su interior se escuchaban llantos como de un niño.
Varias vecinas se acercaron al programa televisivo "Nuestra Gente" que se emite por el canal 10 del Valle de Lerma. Allí expresaron su preocupación y pidieron que el periodista Rubén Sánchez se acerque con cámara en mano al domicilio del supuesto caso de violencia animal.
"Cuando llegamos nos dimos con que el tacho estaba tapado y con piedras que lo aseguraban. Grande fue nuestra sorpresa cuando empezamos a escuchar los gemidos de la perrita. Fuimos a la comisaría a dar aviso, pero nos dijeron que se podía actuar con una denuncia", relató Sánchez.
Los vecinos insistieron en golpear las manos del predio para que salga la propietaria del inmueble. Ante la negativa se apersonaron a la comisaría N§ 19 de El Carril donde radicaron la denuncia.
Una patrulla llegó al domicilio de calle El Algarrobal de San Jorge. Como nadie contestó al llamado de la policía, los uniformados con algunos vecinos ingresaron al fondo de la vivienda. Allí se dieron con el tacho oxidado y en medio del patio. Apenas se acercaron la perrita comenzó a ladrar. Uno de los policías levantó las piedras y la tapa de madera. Desde su interior surgió la perrita mestiza, estaba deshidratada y demacrada por falta de agua y comida. Según el parte médico, la perrita se puede recuperar. Su dueña, fue denunciada por maltrato animal.