"Salta ya no es pacífica", reflexionó en un programa televisivo el juez de la Corte de Justicia Abel Cornejo. Dueño de un estilo que le permite dar una mirada política a los hechos judiciales, Cornejo compartió su preocupación por los episodios de enorme violencia que registra la vida cotidiana en Salta.

Hoy proliferan los crímenes contra las personas, e impactan mucho más que los delitos contra la propiedad.

Con 14 femicidios, incluido el de Alejandra Párraga, asesinada con cianuro junto a su bebé, la provincia se erige como un triste emblema de violencia contra la mujer. De todos estos episodios, el que llevó nuevamente a Salta a la cartelera internacional más negra fue el asesinato de Andrea Neri, ocurrido dentro de Villas Las Rosas, a manos de un novio con antecedentes de femicidio.

"La Justicia debe formar parte de un urgente cambio cultural; un cambio que debe iniciarse desde la etapa escolar. La violencia social está latente. Los barrios son testigos y escenarios y los vecinos piden ayuda", dijo, agregó: "Los jueces y fiscales deben capacitarse y formar parte de ese cambio que debe darse en forma urgente y no dejarlo en el aspecto declamativo".

Al referirse a los cortes de ruta en Orán, Cornejo planteó la necesidad de analizar la presencia del narcotráfico en ese sector. "El narcotráfico se combate con inclusión y desarrollo", sostuvo.

La Justicia es el poder encargado de aplicar la ley. Pero los tiempos cambian.

En el mismo tono que su colega, el presidente de la Corte, Guillermo Catalano, había advertido hace una semana que "La Justicia actúa cuando hay conflicto; debería trabajarse más en prevención". Lo expresó al referirse a la problemática de la narcocriminalidad. Allí destacó la labor de los Tribunales de Tratamiento de Drogas implementados por la Corte de Justicia en el 2013, y que ayudaron a muchos adictos que, por decisión propia, decidieron alejarse de las sustancias, y su peraron sus adicciones.