La disparada del dólar de los últimos días puso en alerta a buena parte de la economía argentina. En un intento por llevarle tranquilidad a la gente, el ministro de Producción de la Nación, Francisco Cabrera, aseguró que la suba de la moneda estadounidense “tiene un efecto muy bueno sobre el mercado” porque evita la “bicicleta financiera”. En una entrevista exclusiva con El Tribuno durante su visita a Salta, el funcionario sostuvo que una victoria de Cristina Kirchner en las PASO “no tiene ningún impacto”, aunque relativizó eso si llegará a ocurrir en los comicios generales de octubre.
Consultado sobre la inflación de 2017, Cabrera indicó que rondará el “veinte por ciento” y que será la “menor en los últimos siete años”. “Se está demorando la inversión privada en la construcción”, concluyó. 

El viernes el dólar ya superó los $18, ¿este es un techo o pueden esperarse nuevos aumentos en el valor de la divisa norteamericana?
El dólar en la Argentina es libre. No querría decir cual es el techo porque justamente eso tiene que ver con un mercado de compra y de venta. Lo que sí puedo decir es que yo no tengo dudas de que lo que sobra en Argentina son dólares, así que es poco probable que el dólar pueda dispararse y subir mucho más que esto. Lo que está pasando en Argentina es que se liquidan exportaciones y tenemos colocación de deuda en dólares, que es lo que estamos utilizando para financiar el déficit fiscal. Hay que recordar que en el Gobierno anterior este déficit fiscal se financiaba básicamente con emisión, que es lo que provocó la inflación que nosotros tenemos. Es poco probable que el dólar vaya a subir mucho más que esto. Esto tiene efectos positivos y negativos: el efecto positivo es la mejora en la competitividad de las empresas argentinas y el efecto negativo tiene que ver con cuánto los argentinos pasan a precios esta suba de los dólares. 

¿Qué valor debe tener el dólar para ser competitivo?
Depende en qué industria esté. Hay sectores tan competitivos que les ponemos retenciones, y hay sectores tan poco competitivos en términos de precios como el textil donde la realidad es otra.

¿Cuánto de esta suba del dólar piensa que se traspasará a los precios que paga el consumidor?
En la Argentina tradicionalmente el traspaso a precios ha sido alto por la baja credibilidad de los Gobiernos. Nosotros analizamos qué porcentaje de la suba del dólar pasa como porcentaje a la suba de precios. En la mayoría de los países latinoamericanos, empezando por Chile, es bajísima; sin embargo, en la Argentina ha sido siempre muy alta. Un ejemplo de esto fue la devaluación de 2014. En ese año, con baja credibilidad y con la expectativa de que se iba a seguir imprimiendo dinero, el paso del dólar a precios fue del cien por ciento. Esto no ocurrió cuando se unificó el tipo de cambio en nuestro Gobierno y espero que no ocurra ahora tampoco.

Hay muchas empresas que tienen sus materias primas dolarizadas y en esos casos el traspaso a precios será automático, ¿no afecta eso a la producción de las compañías?
No, al revés. Lo afecta en forma positiva en términos de su competitividad, pero yo diría que lo que hay que mirar es lo siguiente para ver qué le pasa a la gente común: el consumo del hogar tiene un impacto del diez por ciento dolarizado, por lo tanto eventualmente por cada peso que suba el dólar podrían subir los precios en el hogar unos diez centavos. Esto tradicionalmente no se ha dado por falta de confianza en los Gobiernos. 

¿Cree que el clima electoral tiene que ver con el incremento del dólar o es solamente por los desequilibrios financieros de la Argentina?
No son desequilibrios financieros, me parece que es bueno esto. Además, tiene un efecto muy bueno sobre el mercado financiero porque, de alguna manera, la volatilidad del dólar hace que estemos alejados de “la tablita”, que es esto de que puede haber una bicicleta financiera cambiando dólares, poniéndolos en pesos e invirtiendo en altas tasas de pesos que finalmente son altas tasas en dólares. Cuando pasa esto de que sube y baja el dólar, no existe esa certeza y por ende es mucho más riesgoso invertir en pesos. Para nosotros es bueno esto. 

¿Una eventual derrota del macrismo en las elecciones puede complicar aún más los problemas económicos del país?
Depende que tipo de derrota.

Una victoria de Cristina Kirchner en la provincia de Buenos Aires, por ejemplo...
Que gane Cristina en la provincia de Buenos Aires no tiene ningún impacto, porque si Cambiemos gana a nivel nacional relativamente bien yo creo que no va a tener impacto. En las PASO el impacto va a ser muy bajo.

¿Y qué impacto puede tener en las elecciones generales de octubre? 
En las generales habría que ver, si Cristina gana las elecciones en Buenos Aires por muchísimo margen tal vez se genere una expectativa de que podría volver el kirchnerismo. Para nosotros, ese es un escenario con probabilidad cero. 

¿Por qué cree que está costando tanto generar empleo en la Argentina?
Esa es una constante de la economía argentina. Hace casi diez años que fluctúa el empleo privado informal en seis millones de personas y el único crecimiento del empleo que hubo en los últimos años del kirchnerismo fueron tres millones de personas en el empleo público. Me parece que esto tiene que ver básicamente con la salud de las Pymes y con las inversiones. Las inversiones son las que generan empleo en cualquier lugar del mundo. Las Pymes son las que con pequeñas inversiones tienen un impacto mayor en el empleo, y eso es lo que estamos tratando de impulsar.

Pero las inversiones no llegan como se esperaba que lleguen...
No estoy de acuerdo con eso. Esto es algo que se dice, igual que el consumo no arranca. Ninguna de esas dos cosas son ciertas. La inversión en cualquier país tiene que ver con la inversión pública, con la inversión privada en la construcción y con la inversión extranjera directa. Muchas veces cuando uno dice “no llegan” se refiere a esa última inversión o a la inversión privada de algunos argentinos que invierten por ejemplo en la construcción. El mejor ejemplo de inversión de empresas grandes en la Argentina es lo que está pasando en el sector automotriz, con fortísimas inversiones ya ejecutadas o ejecutándose y vemos el impacto que ha tenido en el sector automotriz o en maquinaria agrícola. Hay una fuerte inversión pública en la construcción y me parece que se está demorando la inversión privada en la construcción, pero esto inexorablemente va a ocurrir. 

Ya va más de un año y medio desde que asumió Mauricio Macri y los niveles de inflación siguen cercanos al 25 por ciento que había durante el kirchnerismo, ¿cuándo va a bajar mucho la inflación?
Este año la inflación va a estar alrededor del veinte por ciento. Con esta inflación que tenemos actualmente vamos a estar más o menos en la inflación que hubo en 2009, o sea que tendremos la menor inflación en los últimos siete u ocho años. Como el Banco Central es disciplinado respecto a la emisión monetaria, yo creo que el año que viene vamos a tener una inflación de un dígito, y ese es un número de un país normal. 

El Gobierno frecuentemente apela al positivismo del próximo semestre o del próximo año para que haya una mejora en la economía. ¿No temen que la gente empiece a reclamarles que termine el positivismo y que las mejoras se empiecen a ver concretamente? 
Hay muchos que lo están viendo. Lo veo cuando recorro empresas Pymes y comercios. En general se dice que las cosas no están bien, pero cuando uno le pregunta “¿vos cómo estás?”, dicen: “bueno, a mí me está yendo bien, pero se que las cosas no están bien”. Eso lo verifiqué en Salta en un desayuno que tuve el viernes con Pymes. La verdad es que la gente ya lo empieza a sentir. Hay una cosa que no es discutible: en el último trimestre de 2016 la economía creció, el primer trimestre de este año creció, el segundo trimestre de 2017 creció y seguimos creciendo. Probablemente tengamos un crecimiento superior al tres por ciento. ¿En qué sectores se da esto? Es cierto que puede ser heterogéneo y es probable que te encuentres con alguien que haya perdido el empleo o que no le esté yendo bien, pero inexorablemente en algún momento estos sectores se van a incorporar a la economía creciente. En relación a las Pymes salteñas, es importante que se anoten a un registro que les permite acceder a beneficios establecidos por la nueva ley Pyme: en Salta hay 14 mil Pymes y solo lo hicieron unas tres mil. 

El sector agropecuario es uno de los que mejor está en esta época, pero los productores de Salta se quejan porque no se les dieron los reintegros por flete que se les había prometido para hacer más competitiva su producción. ¿Eso se piensa hacer o no?
No se quién realizó una promesa de reintegro por fletes.

Eso estaba contemplado en el Plan Belgrano... 
En el Plan Belgrano se está haciendo un plan de infraestructura para bajar los costos logísticos. De todas maneras, es un tema que habría que considerar para algunos sectores, hay otros sectores a los que les conviene que el flete sea alto. El viernes almorcé con un señor que produce pollos, ese señor dijo: “Menos mal que los fletes son altos porque el precio de mis insumos en Salta son muchísimo más bajos”. Esto ocurre porque tiene los precios de los granos mucho más baratos en Salta. Quién tiene que exportar esos granos dicen que les convendría tener el flete más barato. 

Usted forma parte del equipo económico de Macri que tiene muchas caras visibles pero ninguna muy fuerte. ¿Cuesta tomar decisiones en ese contexto?
No, es un diseño más moderno. El que teníamos en Argentina tradicionalmente es el diseño que se encuentra en casi todos los países con alguien que está a cargo de la Hacienda, con alguien que está a cargo de la Producción, con alguien que está a cargo de la Minería, y en nuestro caso también Agroindustria, que es muy importante.

¿Considera que es sano que la Argentina esté con niveles tan altos de endeudamiento?
Tenemos niveles de endeudamiento muy bajos en la Argentina.

Pero aumentaron muchísimo desde que ustedes llegaron al Gobierno...
No en porcentaje. En endeudamiento se produce cuando uno no genera infraestructura. De alguna manera había que empezar a invertir en infraestructura. Hay tres formas de hacer infraestructura: o tomar deuda o emitir o tener un superávit fiscal exorbitante donde uno le pide a la gente que pague más impuestos. Decidimos ir por el camino de ordenar el frente que tiene que ver con inflación y el déficit fiscal y darle solvencia al Estado y credibilidad. La emisión de deuda será para renovar deuda vieja. 

¿No perjudica el aparato productivo la liberación de las importaciones?
No hay liberación de importaciones. Tenemos que facilitar el ingreso de insumos importados para que sirvan para la producción y tenemos que ser cuidadosos con los productos terminados que afectan el empleo.