El brote de zika en la provincia de Salta está dando una alerta sobre lo que puede ocurrir en el próximo período de vigilancia si no se trabaja activamente en la eliminación del vector: el mosquito Aedes aegypti.

Desde Epidemiología destacaron que algunas de las acciones concretas que se están llevando adelante para el próximo período de vigilancia incluyen la readaptación del software, para cargar los datos y notificaciones de casos.

También se están entregando uniformes a los operarios, además de lavandina y bolsas para las tareas de descacharrado.

"Tenemos que empezar a trabajar fuerte con las tareas de descacharrado en todos los municipios. Los operativos de descacharrado son cuatro al año. Ahora en septiembre se realiza uno, y para eso se necesita los uniformes, guantes y lavandina", detalló Griselda Rangeón, responsable de Epidemiología.

Desde Salud destacan que las zonas de alto riesgo son los departamentos San Martín, Orán y Rivadavia. En estos lugares se debe llevar adelante tareas de reparación en los pozos ciegos, arreglos en las viviendas y además controlar la limpieza de los patios.

Desde el área de Control de Vectores destacaron que ya se trabaja en los municipios con las obras de reparación de los pozos ciegos, que es uno de los puntos más débiles en cuanto a obras, a lo que se suma el tratamiento de todo lo que se junta en los operativos de descacharrado.

"Tenemos problemas con el tratamiento del material resultante del descacharrado en varios municipios. Todo aquello que se recoge de día, es retirado del espacio destinado al almacenamiento y devuelto a las casas", explicó el ingeniero José Serrat.

Otra situación que se presenta durante los operativos de descacharrado es que el material recolectado no es rociado con lavandina, por lo que las larvas siguen vivas. A eso se suma que en la mayoría de los municipios no hay vertederos.

El integrante del área de Control de Vectores destacó que se está llevando adelante la capacitación de los operarios municipales. "Tenemos un problema de comunicación, ya que los operarios son los que tienen que promover la prevención entre los vecinos", destacó Serrat.

Reclaman sanciones

Si bien el control de los pozos ciegos en las zonas de alto riesgo se hace todos los años, desde Epidemiología advierten que se hace necesaria una mayor inversión en la construcción de las letrinas. Uno de los problemas que se presentan todos los años es la rotura de las tapas y las bocas de ventilación. "Esto generalmente ocurre por las tareas que realizan los camiones atmosféricos y, al quedar rotas las tapas o la ventilación, los mosquitos encuentran el lugar ideal para colocar sus larvas", explicó el ingeniero Serrat.

Desde el área de Control de Vectores de la provincia destacaron que es necesario, además, un mayor involucramiento de los municipios y ordenanzas que apliquen sanciones para aquellas personas que no cumplan con el cuidado de los terrenos baldíos o que no respeten los depósitos de descacharrado.

Serrat destacó que algunos municipios, como Rosario de Lerma, realizaron una obra completa de pozos ciegos, ya que la mayoría estaban deteriorados, por lo que se cambiaron por otros nuevos. Si embargo, esto no se hace en todos los municipios.

"La realidad es que muchos de los pozos ciegos de los barrios carentes están mal hechos. Se hicieron en forma precaria y no están bien calzados por lo que sufren derrumbes. Por otro lado, no están sellados", describió Serrat.

Lo cierto es que los vecinos les colocan, por ejemplo, una madera de tapa y cuando llueve se llena de agua. A eso se suma que, si el pozo ciego no está sellado con concreto, es fácilmente invadido por los mosquitos.