Candidatos y especialistas coinciden en que no sirven para acotar la oferta electoral y que representan un gasto elevado para el Estado y los partidos; también advierten sobre la "confusión" en los votantes.

Nacidas por impulso del gobierno de Cristina Kirchner como parte de una reforma destinada a "transparentar y democratizar" los procesos electorales después de la dura derrota de 2009, y pocas horas antes de atravesar su segunda edición, las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO ) vuelven a ser eje de debate.

Ayer, el exgobernador de Córdoba José Manuel De la Sota se mostró partidario de que las elecciones sean "cada cuatro años" y las PASO, "solamente presidenciales".

De la Sota, quien dijo que actualmente está "fuera de la política", emitió su voto en el colegio Mercedes del Niño Jesús de barrio Banda Norte de la capital provincial.

Además llamó a que las elecciones dejen de ser una "opción trágica" y se quejó de que los políticos llevan la gente a una encrucijada.

Por su parte el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, se mostró proclive a eliminar las PASO y advirtió que "no tienen sentido porque son un gastadero de plata", al emitir su voto en un colegio de la capital provincial.

"He propuesto que las PASO se eliminen en el futuro. No tienen sentido. Son una campaña eterna y un gastadero de plata. En estas elecciones no se elige nada, es una interna y Unión Por Córdoba no tiene internas, hay una sola lista", expresó el gobernador en declaraciones a la radio Cadena 3.

A pesar de sus fuertes críticas contra el sistema de primarias abiertas obligatorias, el mandatario le pidió a sus comprovincianos que "participen" de los comicios.