Es sabido que el reformulado Gimnasia y Tiro se armó en esta temporada del torneo Federal A con mayor austeridad con respecto a anteriores procesos, con decisiones dirigenciales que llevan a ser cautos a la hora de trazar objetivos, con una merma en el presupuesto que impactó considerablemente en la conformación de la plantilla, pero con el beneplácito de saber que a su vez está proyectando y apostando a futuro con algunos de los refuerzos y con un puñado de juveniles que promete y que ya comenzó a demostrar “madera” y condiciones.

Este albo novedoso y mucho más joven que otros planteles oscila en cinco fechas de campeonato entre las buenas señales y aquellas cuestiones poco afortunadas que condicionan su presente.

Por un lado, tras dos magras presentaciones iniciales en Misiones con Crucero del Norte, y en casa, con San Jorge de Tucumán, el clásico con Juventud en el Martearena dejó un aprobado en lo actitudinal, pero, fundamentalmente, el rendimiento apareció con esplendor en los dos últimos partidos, más allá de que en el resultado se haya quedado con las manos vacías en su regreso de Jujuy tras una insólita derrota con Altos Hornos Zapla. 

Y de cara a la presentación de mañana, a las 21.30, con San Martín de Formosa en el Gigante del Norte, el DT Víctor Riggio sabe que es obligación ganar, pero también conoce los pros y contras que rodean al equipo: el grupo viene de dos buenos partidos y ganando confianza en cuanto al juego, como así también sabe que las lesiones de algunos futbolistas no le dejan otra opción que sostener a los que vienen jugando, con Pablo Agüero más los delanteros Diego Martínez y Juan Manuel Cobelli lesionados.

Es por ello que para el choque de mañana ante el decano formoseño el Tano ratificará el crédito para los diez hombres de campo que fueron titulares antes de sucumbir en Palpalá, con la salvedad de la inédita ausencia del hombre de los tres palos, Mauro Leguiza, que le cederá, por primera vez desde su estadía en el club la titularidad a Damián Cebreiro, por una complicada lesión en el rostro del golero chaqueño.