Como sucedió en la previa del fatídico partido con San Jorge en Tucumán, Gimnasia tendrá que visitar otra vez con debilidades, bajas e incertidumbres a un rival agrandado y con envión, como lo es en este caso Sarmiento de Resistencia, que llega en una marcha imparable con tres victorias consecutivas (Juventud Antoniana, Altos Hornos Zapla y San Martín de Formosa).

El encuentro se disputará este domingo, a las 19, en el complicado “impenetrable” chaqueño, allí donde el aurirrojo solo resignó puntos con el líder infranqueable Boca Unidos, ganando el resto de los partidos en un escenario donde es fuerte. 

Para hacerle frente al por ahora único escolta de la zona 4, el DT Víctor Riggio deberá rearmar como pueda los retazos de un clásico en el que el equipo volvió a tener un mal desempeño y a carecer de ideas, pero a su vez buscará aprovechar el envión anímico que significó empatar sobre la hora un duelo salteño de gran carga emotiva. El desafío mayúsculo será poner en cancha un equipo que neutralice el poderío ofensivo de los chaqueños y que se lleve algo de Resistencia para no caer en la zona de descenso directo, de la cual solo lo separa un punto.

El Tano deberá decidir quién será el reemplazante del lesionado Joaquín Mateo, que sufrió una fractura de clavícula que lo marginará de la actividad entre dos y tres meses. Matías Rosso, de flojo rendimiento pero que acertó en el centro a Cobelli en el gol del empate ante el santo, y Federico González, son las opciones que maneja el entrenador para relevar al desequilibrante canterano. Emanuel Morete, que viene de purgar una suspensión, por su parte, relevaría al otro lesionado, Ezequiel Riera.

El plantel millonario partirá a Resistencia esta noche con la mira puesta en un choque que significará un circunstancial alivio o el infierno para un Gimnasia muy necesitado.