Operarios de EDESA desconectaron anoche un medidor “compartido” por todos los vecinos del barrio Palmares y que les permitía abastecerse del servicio hasta tanto regularicen la situación administrativa y dominial de sus propiedades. Según manifestaron, abonaban mensualmente una factura de unos 90 mil pesos. Medios locales informaron que la medida habría sido tomada a pedido del responsable de un loteo privado cercano.
Vale la pena recordar que Palmares es una urbanización ubicada a la vera del Río Ancho, Cerrillos, que está dividida en tres etapas y cuenta con 120 lotes. Se trata de un emprendimiento inmobiliario privado, que tiene una antigüedad de cinco años, y que fue comercializado sin los servicios básico y tuvo que ser autorizado en su momento por la Municipalidad y el Concejo Deliberante de Cerrillos. Hoy, esa situación obliga a sus habitantes a vivir “colgados”.
En una carta dirigida al gobernador Juan Manuel Urtubey, en 2016, pidieron la intervención de Ejecutivo para encontrar una solución. Es así que más de 100 familias que viven en ese loteo se encuentran conectadas de forma irregular a los servicios.