Los padres del alumno del colegio Santa María que denunció homofobia y de los cuatro compañeros que fueron sancionados tras solidarizarse con él rechazaron de plano la presentación de la institución ante el Inadi (Instituto Nacional contra la Discriminación la Xenofobia y el Racismo). Si bien se retrotrajo la decisión de no admitir a los chicos el año que viene, las familias consideran que el intento de solución "llega tarde", que se intenta centrar el problema en una "mala interpretación" de los estudiantes y que no se admite el hecho de discriminación.

La familia de Santiago Coraita, de 16 años, denunció que en el colegio lo citaron para pedirle que se sacara una pulsera que representa la lucha por los derechos de la comunidad LGBT porque iba contra los valores del colegio en septiembre.

El reclamo se hizo durante una reunión en la que el alumno se sintió intimidado por el planteo y violentado porque se indagó en aspectos de su vida privada, de acuerdo a lo que describió a El Tribuno su padre, Jorge Coraita.

Luego de este episodio, cuatro compañeros de Santiago difundieron en las redes sociales expresiones de repudio a la homofobia. En una de las imágenes que compartieron, había una señal de "fuck you" con el símbolo del colegio.

Después de eso, a los cuatro chicos que participaron de las publicaciones les comunicaron que aplicarían el "derecho de admisión" y no los inscribirían el año que viene en el colegio.

El caso generó una presentación ante el Inadi, que convocó a una audiencia entre las partes el miércoles pero los padres resolvieron no ir. Las autoridades del colegio sí asistieron y labraron un acta, documento en el que invitaron a los chicos a seguir en la institución el año que viene.

Sin embargo, los padres presentaron ayer ante el organismo nacional una nota para rechazar el escrito del Santa María. Manifestaron que el ofrecimiento llega "tarde" porque "el Colegio, en el momento pertinente, hizo caso omiso a los numerosos pedidos de consideración elevados a las autoridades, los cuales incluyeron pedidos de disculpas por parte de nuestros hijos", sostuvieron en la carta.

Agregaron que "la propuesta de reparación llega una vez que el caso se hizo público y alcanzó relevancia a nivel provincial y nacional, como consecuencia de las acciones legales promovidas".

Los padres también expresaron su malestar porque, apuntan, las autoridades del colegio dan a entender que el conflicto se originó solo en una confusión de los chicos. En el acta, los representantes de la institución sostuvieron que los alumnos son adolescentes y que actuaron "movidos por una interpretación de los hechos que les hizo creer que un compañero suyo había sufrido algún acto de injusticia o discriminación institucional".

"Dicho en otras palabras, nuestros hijos no tienen la suficiente madurez como para comprender actos básicos de la vida social y de las instituciones, o bien, son objeto de manipulación hermenéutica por parte de otros", sostiene la nota de los padres.

Las familias también indicaron que el colegio sugiere, de este modo, la posibilidad de que Santiago Coraita sea un "fabulador".

"Los hechos consistentes en el agravio a Santi por parte de los directivos de la institución educativa que provocó la reacción de nuestros hijos, según lo hemos expuesto, se trata de la verdad", indicaron.

"Falta de respeto grave"

Las autoridades de la institución, en tanto, habían expresado al Inadi que resolvieron que los chicos sigan siendo alumnos y que analizaron todo lo ocurrido. "El Colegio Santa María quiere expresar que ha realizado una revisión integral de los hechos, los procesos pedagógicos y la trayectoria de los cuatro alumnos que cometieron una falta de respeto grave a sus símbolos y que terminó en la decisión de ejercer el derecho de no admisión para el ciclo 2019".

Por otra parte, admitieron que no agotaron las instancias de negociación dentro de la institución. "El Colegio concluyó que debería haber generado la oportunidad de refundar con nuestros alumnos y sus padres, junto con el equipo directivo y los docentes el pacto pedagógico en un marco de diálogo constructivo", afirmaron.

También manifestaron que "el colegio tiene como valor fundamental el respeto, es inclusivo, promueve el respeto a la diversidad y jamás tuvo la intención de discriminar".

Agravia

Los padres consideraron que el colegio pretende pasar por alto un acto arbitrario. "Enoja y agravia que la institución con su propuesta busque y espere de nosotros que, a cambio de la reincorporación al colegio, ignoremos la afrenta a Santi, dando la espalda a los valores de compañerismo, nobleza, valentía y solidaridad de los que dieron ejemplo nuestros hijos ante una injusticia que resultó intolerable".

Consideraron que la propuesta es "inaceptable" e indeseable. "La aspiración de nuestros hijos, que hacemos propia, es la de terminar sus estudios secundarios en un marco institucional que no incurra, incluso a la hora de la reconciliación, en nuevas humillaciones".

“Una sociedad más inclusiva”

El ministro de Gobierno, Derechos Humanos y Justicia de la Provincia, Marcelo López Arias, dijo que en el colegio Santa María hubo un acto discriminatorio.
El funcionario provincial se refirió a la importancia de la ESI (Educación Sexual Integral) y a la necesidad de que se aplique en todas las instituciones, públicas y privadas.
“Tiene que ser seria, científica y no ideologizada”, enfatizó López Arias. También pidió por una sociedad “mejor, más inclusiva y respetuosa”.
Para los padres de los alumnos sancionados, en tanto, los términos en los que se hizo ante el Inadi la propuesta de volver a admitir a los chicos en el colegio, “no hacen más que ensanchar el dolor que nos produjo la institución con su accionar”.

Los detalles del caso

La respuesta ins­titucional

A través de un comu­nicado, el colegio Santa María negó que haya incurrido en una situación de discrimi­nación hacia alguno de sus alumnos.

“Se lo respetó como a todos”

“A un alumno de cuarto año, que manifestó libre­mente su identidad de género (SIC), se lo respe­tó como se los respeta a todos”, se planteó.

Sobre el símbolo 
LGBT

Desde el colegio admi­tieron que le hicieron un reclamo por la pulsera, pero dijeron que luego hi­cieron una excepción pa­ra que la siguiera usando.