En una jornada que muchos asociados de Central Norte catalogan como histórica, porque la decisión y la voluntad del socio torcieron nuevamente el brazo de la comisión directiva en una cuestión tan elemental como lo es la legitimación de los estados contables del club, los balances correspondientes a los períodos 2015/16 y 2016/17 fueron reprobados por el socio por segunda vez, ya que por amplia mayoría se decidió la no aprobación en la votación nominal llevada a cabo en la asamblea extraordinaria de ayer en la sede de barrio norte. 

De esta manera, otra vez los socios de la entidad azabache hicieron sentir el termómetro de la relación entre muchos de ellos (entre los que también se encolumnan exdirigentes) y la comisión directiva encabezada por el presidente Héctor De Francesco, cuya administración fue puesta bajo la lupa de muchos cuervos, quienes ratificaron su postura, su pensamiento y su desconfianza con respecto al actual mandamás del Club Atlético Central Norte.

Esta situación tiene un precedente, porque cabe recordar que en la primera asamblea extraordinaria que se había fijado en el club para la aprobación de estos mismos balances, en abril del presente año, los socios ya le habían propinado un duro revés a De Francesco al negarse, también por mayoría, a la aprobación de los mencionados registros contables, votando aquella vez la moción de que sea una auditoría externa la que analiza y evalúe detenidamente cada ingreso y egreso de la entidad en aquellos dos años.

En principio, fue el órgano de fiscalización el que propuso elegir al estudio contable que se haga cargo de la auditoría; sin embargo, la Inspección General de Personas Jurídicas determinó que el contador público nacional elegido para auditar debía dirimirse por sorteo, además de aceptar el compromiso de un grupo de socios y exdirectivos de hacerse cargo del costo de la auditoría externa. A fines de junio, el contador Ángel Marcelo Paz finalmente fue el sorteado para auditar los balances. A fines de octubre, el estudio dio a conocer los resultados de la verificación contable, positiva para la dirigencia.

Entonces, IGPJ ordenó la reanudación de la asamblea tras un cuarto intermedio que duró más de ocho meses y ayer los asociados volvieron a desaprobar los balances ya auditados.

Fueron 147 los socios que estuvieron presentes en la asamblea, de los cuales solo 46 levantaron la mano a favor de la aprobación. El resto se negó enérgicamente y la voz del socio volvió a tronar y a hacerse oír en un mensaje que va más allá de los balances, sino que apunta a la desaprobación de toda la gestión. Incluso, el socio Daniel Plaza, que alzó la voz representando a los socios disidentes, le pidió directamente la dimisión a De Francesco. 

La asamblea finalizó con cánticos e insultos al presidente.