El gremio que nuclea a los trabajadores de la industria del petróleo y el gas de las provincias de Salta y Jujuy convocó para este martes a una asamblea a realizarse a partir de las 7 en el complejo Campo Durán operado por Refinor.

La asamblea es consecuencia de la situación de incertidumbre que se vive en el norte por la suspensión de las compras de gas a Bolivia decidida por el Gobierno de la Nación que bajó de 18 a solo 5 millones las importaciones de la materia prima con la que prácticamente opera Refinor en materia de gas, ya que de los yacimientos norteños argentinos solo aportan 4.800.000 de m3 de gas diarios a un complejo que necesita alrededor de 20 millones para operar con normalidad.

La situación se agravó en las últimas semanas luego de la disposición del Ministerio de Energía y los anuncios realizados por el secretario Javier Iguacel respecto de suspender la importación de gas desde Bolivia. Más allá de que los legisladores por el departamento San Martín expresaron una gran preocupación por la situación que pone en vilo unos 600 puestos de trabajo, la Provincia aún no se pronunció en ese sentido.

Javier Iguacel

El conflicto

Dionel Ávalos, diputado por San Martín, explicó que el lunes presentó un proyecto "para que se declare la emergencia en materia de exploración de hidrocarburos en Salta dos años".

Con esta declaración lo que buscamos es darle herramientas al Gobierno de la Provincia para que pueda negociar ante la Nación o conseguir inversiones para que salgamos de esta situación dramática. Pero, además, enfatizó Ávalos: "Queremos pedirles a nuestros legisladores nacionales que se ocupen del mismo tema y se sumen a esta defensa de 600 puestos de trabajo si se sigue con esta restricción en las compras de gas a Bolivia".

Y adelantó que "voy a acompañar a los trabajadores en la asamblea que harán en las puertas del complejo porque es lo menos que podemos hacer como representantes de este departamento que mira con preocupación lo que está pasando".

Fuentes de Refinor dijeron: "IEASA (Enarsa) está negociando con YPFB, una sustancial reducción del gas que compra, quedando en un tercio o menos de lo contratado. De concretarse este objetivo podría faltar gas licuado de petróleo, en especial el que se destina a la garrafa social".

"Lo que está haciendo IEASA es reducir el déficit sin reparar en el impacto económicos y social que produzca", confiaron desde la compañía.