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Natali Markiewicz, en la redacción de El Tribuno. Jan Touzeau
A Natali se le incrustó una rama en el ojo el lunes de carnaval. Recorrió muchos hospitales públicos y privados y en las guardias no encontró ningún profesional para que la atienda.
19 DE Febrero 2018 - 00:00
Lo que se suponía que tendría que haber sido una caminata entretenida junto a su padre, terminó siendo una pesadilla para Natali Markiewicz. El lunes 12, primer día de carnaval, la mujer de 33 años iba caminando junto a su papá. Después de pasar por el complejo editorial de este diario, siguieron su camino por barrio el Periodista. Llegando a la vicaría San Francisco de Sales, una rama golpeó el ojo de la chica y le provocó un gran herida. "Es un lugar donde hay muchas ramas y llegan hasta la vereda, el accidente fue justo en la iglesia. Todavía no pude volver para decirle al padre que pode el árbol", relató.
Natali tiene un problema en sus ojos: pierde mucho la visibilidad de noche. Ella tiene mucho aumento en sus lentes, por ese motivo no pudo esquivar el árbol. "De repente aparece una rama, noto que me raspa todo el ojo y siento que adentro se me clava un pedacito de rama en la parte blanca del ojo", dijo. En ese momento comenzó la pesadilla.
Después del accidente, su padre la llevó a su casa, en barrio San Francisco, y decidieron ir a un hospital para hacer un chequeo, pero lo que debería ser una rutina terminó convirtiéndose una peregrinación por todos los sanatorios públicos y privados de la ciudad. "Me recorrí todos los hospitales y no tenían médicos especialistas en oftalmológica en la guardia. Tuvimos que recorrer todas las clínicas y no podía entender cómo no había un oftalmólogo de guardia en Salta", señaló la mujer, quien se mostró sorprendida por la situación.
Natali recorrió las distintas clínicas en búsqueda de un especialista, pero no tuvo suerte. "Lo que hicimos fue ir al San Bernardo, porque supuestamente había oftalmólogo pero cuando llegamos ya se había ido, eran aproximadamente las 11 de la noche y tampoco había en la guardia. Tuve que esperar hasta el mediodía siguiente para volver al San Bernardo. Me anoté y recién a las 12.30 me sacaron el pedacito de rama que tenía en el ojo. Eso fue ya el martes", relató la joven.
Agradecida
Hoy Natali agradece a Dios haber encontrado un buen profesional en el hospital público que pudo darle una respuesta a su accidente. La doctora María Barro de Vinograd fue quien le sacó con una pinza el pedazo de rama que tenía incrustado en su ojo. "Tenía una cancha, porque sabía lo que hacía, pero el problema es que tuve que esperar muchas horas", remarcó, y agregó que no sufrió ninguna consecuencia a causa de este accidente. "Esta todo bien, pero el susto que me agarré fue terrible", remarcó.
Como era de esperar, este incidente le provocó mucha angustia porque era una herida bastante complicada. "Yo tengo una condición en el ojo que al tener mucho aumento tengo una miopía muy elevada. Tengo una enfermedad que se llama queratocono y llega un momento que se va afinando tanto que en casos extremos se llega a un trasplante de córnea. O sea que mi ojo es re delicado y cualquier accidente es peligroso. Imaginate el susto que tenía", explicó.
La angustia de Natali pasaba más que nada por su problema en las córneas, que no fueron afectadas por la rama. "Esa noche tuve que dormir con un ojo abierto por el dolor. Hoy mi ojo está evolucionando bien, pero tengo que ponerme un medicamento cada cuatro horas para prevenir riesgos de infecciones porque al ser una rama puede producir una formación de hongos, así que lo tengo que mantener", contó.
Lo que pasó
Impotencia y angustia son los sentimientos que le provocó esta situación, es por eso que sintió la necesidad de salir a contar lo que le pasó para que a otra persona no le suceda lo mismo. "Yo me voy a ir de acá (de Salta), pero no puede comprender cómo el sistema funciona de esta manera. Es algo complicado. Es la mala regulación gubernamental que hay. Ellos tendrían que garantizar un buen sistema de salud porque es un derecho que uno tiene. Gracias a Dios no pasó algo peor, mirá si esto le pasa a un niño", cuestionó Natali.
La joven contó que también realizó la denuncia en su obra social para que tengan conocimiento sobre lo que pasó. "Me contestaron que no estaban al tanto de la situación y que iban a tomar parte del asunto", remarcó.
Natali Markiewicz nació en Buenos Aires pero desde muy chica se vino con su familia a vivir a Salta. Ellos se quedaron y ella, que ahora es abogada, se radicó en Buenos Aires por cuestiones laborales.