Es grande la emoción que por estos días experimentan -de forma inesperada- una veintena de personas encargadas del quehacer cotidiano del Museo de Arqueología de Alta Montaña (MAAM), tras enterarse de que el museo está entre los 100 premiados Konex de la década.

Gabriela Recagno Browning , directora del MAAM desde hace ocho años y medio, se enteró de la nominación por un Whatsapp de una amiga y colega del Museo de Arte Contemporáneo (MAC), Claudia Lamas, y luego el mismísimo Luis Ovsejevich, presidente de la Fundación Konex, se lo confirmó por un llamado telefónico.

Para el equipo es una señal de que las cosas se están haciendo bien. "Es realmente un reconocimiento al esfuerzo y un indicador de que estamos logrando nuestros objetivos; de que el trabajo que hacemos lo estamos haciendo bien", expresó Recagno Browning.

El MAAM integra el quinteto de instituciones culturales, junto con Tecnópolis y Fundación PROA, entre otras, nominadas a los Premios Konex de Platino y hasta puede convertirse en Konex de brillante, que es el galardón mayor. La entrega de premios se realizará el 11 de septiembre en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Buenos Aires.

"El premio al mérito para nosotros ya es importantísimo, más al ser del interior donde por ahí estos premios no llegan. Vamos a traer nuestro diploma y veremos si traemos algo más", agregó la directora soltando una gran sonrisa cargada de esperanzas.

Si quedaba alguna duda, el MAAM se convirtió en un ícono cultural y turístico a nivel nacional e internacional. Es uno de los principales lugares de la ciudad que todos los turistas quieren visitar. En temporada alta, el museo ubicado en el corazón del casco histórico, Mitre 77, recibe aproximadamente a 1.000 visitantes por día, y en las jornadas maratónicas como el día o la noche de los museos hubo hasta 5.000 personas que pudieron contemplar a los niños del Llullaillaco y toda su colección, que es única en el mundo. "Siempre se puede mejorar mucho más, en infraestructura, el estar actualizándose permanentemente, ahora queremos tecnologizar de a poquito", señaló.

“No es un museo estático”

El trato personalizado, diversas acciones como la accesibilidad para personas ciegas o el lenguaje de señas, los programas educativos “El MAAM va a la escuela” y las dos visitas diarias de los establecimientos al museo son algunos puntos que la directora Gabriela Recagno Browning considera que fueron esenciales para el premio Konex.

“No es un museo estático y frío mostrando algo sino que es un museo con el que se dialoga permanentemente y el trato es personalizado”, destacó la cabeza del MAAM.

Los guías del museo son jóvenes especialistas en arqueología, antropología e historia de la UNSa, también hay estudiantes de lenguas vivas y de la Católica que realizan sus pasantías, dos investigadoras, entre otros. “El rol del museo es crear nuestra propia identidad que siempre está en construcción y nunca la terminamos de formatear”, indicó. A diario, a las 10 y luego a las 16, se realizan las visitas de escuelas con más de 100 niños cada una y en los casos de las instituciones muy alejadas, un equipo del MAAM lleva su exposición interactiva al aula. Con este programa, se beneficiaron más de 57 mil chicos.