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El Dr. Armando Caro en medio de la represión policial en la esquina de San Martín e Ituzaingó.
La protesta del 28 de junio de 1966 fue en todo el país
1 DE Julio 2018 - 00:00
En junio se cumplieron cincuenta años de que los argentinos comenzaron a exteriorizar su oposición al gobierno de facto encabezado por el general Juan Carlos Onganía. Era un gobierno que, como otros de los años 60, había surgido de un golpe militar. Esta vez, al derrocar al expresidente Arturo Illia (UCRP) el 29 de junio de 1966.
En los primeros tiempos del gobierno de Onganía la sociedad sintió un leve alivio económico. Fue cuando a poco de asumir el poder se pusieron al día los haberes de los agentes estatales y jubilados que en algunos casos superaban los cuatro meses de retraso.
Pero a poco de andar los problemas económicos se agravaron. La inflación, que el Gobierno no lograba controlar, pronto trajo conflictos sindicales. Y así fue que el encarecimiento del costo de vida hizo que el 3 de febrero de 1967 la CGT aprobara un plan de lucha en contra de la política económica del ministro de economía Krieger Vasena.
Plan de lucha levantado
Pero el plan de lucha cegetista duró poco. El 14 de marzo la central sindical lo dejó sin efecto por las presiones que el gobierno de facto comenzó a ejercer sobre el sector sindical identificado como "vandorismo", y cuyo referente era el metalúrgico Timoteo Vandor.
El plan de lucha se levantó pese a la oposición de un importante grupo sindical conocido como "rebelde", el cual insistió con su inmediata ejecución.
Al principio hubo intentos de conciliación entre "vandoristas" y "rebeldes" pero la división se profundizó cuando el 18 de marzo de 1967, el ministro de Economía, Krieger Vasena, devaluó el peso argentino un 40%, haciendo que de un día para el otro el dólar pasara de $251 a $350.
División de la CGT
Ante semejante devaluación los "rebeldes" insistieron en rever el levantamiento del plan de lucha, pero de nuevo la CGT manejada por el "vandorismo", neutralizó la insistencia logrando que todo quedara en la nada.
La consecuencia fue que la central sindical se dividió dando lugar al nacimiento de la "CGT de los Argentinos", liderada por el gráfico Raimundo Ongaro. Por su parte la CGT oficial, que era conducida por el "vandorismo", pasó a ser conocida desde entonces la "CGT Pactista".
Y pronto la división sindical se extendió a todo el país. En nuestra provincia, la CGT, cuyo delegado regional era el dirigente telefónico Olivio Ríos, se alineo junto a la "CGT de los Argentinos".
Y fue en ese marco que Raimundo Ongaro comenzó en mayo de 1968 a viajar al interior del país para tomar contacto con los sindicatos de las provincias y buscar apoyo para un paro nacional con movilización, que había sido convocado para el 28 de junio de 1968.
Ongaro en Salta
A nuestra provincia el líder de la "CGT de los Argentinos" arribó por vía automovilística procedente de Tucumán, el 22 de junio.
La primera reunión y acto sindical que realizó fue en Campo Santo, en la sede del Sindicato del Azúcar del ingenio San Isidro. Fue desde allí que Raimundo Ongaro convocó a los salteños a adherir al paro y la movilización del 28 de junio. Lo acompañaron en esa oportunidad los gremialistas salteños Olivio Ríos, Telésforo Peñaloza (anfitrión), Andrés Usqueda (UPCN), Maldonado Subieta (Smata), Pablo Ríos (Vitivinícolas), Gregorio Gullo (Viajantes) y Segundo Morales (Mosaiquistas), entre otros.
Raimundo Ongaro permaneció tres días en nuestra provincia, oportunidad en que mantuvo varias reuniones con distintos dirigentes sindicales, universitarios y políticos de variadas extracciones partidarias.
A poco de la visita de Ongaro a Salta, se realizó el acto público "Protesta y Lucha", en la esquina de avenida San Martín e Ituzaingó. Como por entonces los actos públicos estaban prohibidos, la Policía de la Provincia le indicó a la CGT local que se abstuviera de realizar el acto difundido por los medios de comunicación.
A la prohibición policial, la CGT respondió con un comunicado publicado por El Tribuno el día 28. "El acto público anunciado para hoy -señaló la CGT- se llevará a cabo pese a la negativa policial". Y por si fuera poco, la CGT agregó una lista de oradores del acto "Protesta y Lucha". Allí estaban el Dr. Bernardo Solá, por el Partido Demócrata Progresista; Pablo Outes, UCRP; Humberto Basalo, Partido Comunista; Rodolfo Giacosa, Partido de la Izquierda Nacional; Dr. Santiago González, Juventud Demócrata Cristiana; Dr. Samuel Caprini, Partido Laborista Nacional; Dr. Farid Salim, por los abogados; Dr. Bernardo Zitak, por Asociación de Inquilinos; Gregorio Gullo, Viajantes; Hortencia de Porcel, Amas de Casa; Aristóbulo Carral, UCRP; Eduardo Ashur, Universitarios; Felipe Burgos, Federación Rurales; Segundo Morales, mosaiquistas; Segundo Álvarez, Vendedores Ambulantes; Ricardo Elías, Juventud UCRP; Dr. Vicente Solá, Democracia Cristiana; Dr. José María Saravia, UCRP, y Jorge Galván, subdelegado de la Regional CGT.
Solicitada
Por su parte, salteños de distintos orígenes partidarios publicaron una solicitada donde dijeron entre otras cosas: "Con la definida vocación democrática, consideramos un deber en esta hora aciaga responder a la convocatoria que para el rescate de la soberanía nacional ha efectuado la CGT de los Argentinos...". Sus firmantes fueron Pablo Saravia, Ernesto Bravo, Horacio González, Danilo Bonari, Manuel Pecci, J.C. Trunsky, Andrés Martinelli, Armando Caro (p), Osvaldo Camisar, Cancio Córdoba, Marcelo Austerlitz, Bernardo Solá, Juan B. Guaymás, Marcos Levín, Roberto Díaz, Farat S. Salim, Salum Amado, Aldo M. Bustos, C.A. Papi y Sergio Serrano Espelta.
A las cinco de la tarde del 28 de junio, la gente comenzó a reunirse en San Martín e Ituzaingó. Y a la siete, el acto comenzó cuando arribó Olivio Ríos, delegado regional de la "CGT de los Argentinos".
Al lugar también habían llegado numerosos policías que adoptaron una actitud expectante. Con el paso del tiempo, la multitud creció y también los cánticos, los vivas y los mueran, mientras que entre los presentes se veían conocidos abogados, columnas de trabajadores y estudiantes universitarios.
El primero en tomar la palabra fue el postal Juan Carlos Comparada, que además hizo de anunciador del acto. Luego habló Olivio Ríos, quien exhortó a estrechar filas en la protesta contra el gobierno de facto. Después fue el turno de Pablo Outes quien, desde una improvisada tarima, invitó a entonar el Himno. A Outes sucedió el Dr. Bernardo Solá, quien no pudo decir mucho, pues justo en ese momento al comisario inspector Schuller se le dio por ordenar a la policía dispersar a los presentes con azotes, agua y gases. En eso llegaron los bomberos que de inmediato lanzaron fuertes chorros de aguas contra los más exaltados. Arreciaron entonces los gritos, las corridas y los insultos contra el gobierno de facto, nacional y provincial. Fue entonces que la policía lanzó el primer cartucho de gas lacrimógeno, al que le sucedieron unos 20 proyectiles más.
Ante la acción policial, los manifestantes se desplazaron por Ituzaingó hasta Urquiza, donde se produjo la embestida de la caballería, mientras se veía al Dr. José María "El Rengo" Saravia pedir resistir el embate y sumarse a la protesta. En la esquina de Urquiza, la columna dobló hacia Pellegrini y de allí a San Martín. En la playa de una estación de servicio del lugar se concentraron los manifestantes para escuchar a los abogados Farid Salim y Gerardo Reston. Cuando un tercer dirigente se aprestaba para la arenga, la policía llegó de nuevo haciendo que los manifestantes regresaran al punto de partida (San Martín e Ituzaingó) donde se reconcentraron por un momento. Y justo cuando de nuevo iba a hablar Comparada, otra vez llegó la policía. Esta vez los manifestantes se retiraron por Ituzaingó hasta Mendoza, volcando a su paso tres automóviles. Luego siguieron hasta Florida donde doblaron hacia el norte hasta alcanzar la calle Urquiza. Allí en un alto, Gabriel Martínez (juventud UCRP) quiso tomar la palabra, pero la policía lo frenó. La columna siguió por Florida hasta Caseros donde hablaron Miguel Palavecino (gráfico) y Mario Rivero (peronista). Luego los manifestantes se dirigieron a la plaza 9 de Julio, logrando a su paso cruzar varios autos para impedir el paso de la caballería y de los bomberos.
Ya frente a la plaza, la policía atacó de nuevo a los manifestante, apelando a los azotes hasta lograr la dispersión, ya que varios aprovecharon para evadirse por el pasaje La Continental y por las recovas.
A todo esto, frente a la casa de gobierno (Mitre 23) se notó la presencia del jefe de la Policía Federal con personal fuertemente armado.
Por su parte, un grupo de manifestantes que se habían refugiado en la CGT quedaron entrampados pues la policía había establecido una fuerte custodia que les impedía salir.
A eso de las 10 de la noche la situación comenzó a normalizarse, y ya se sabía que había cuatro detenidos: Santiago López (UCRP-Cerrillos), José Eduardo Porcel (CGT) y los jóvenes Héctor Díaz y Aníbal Tilca, acusados estos de distribuir en la vía pública volantes para el acto de la CGT rebelde.
Santiago López (UCRP) es llevado detenido.
Con motivo de la prohibición del acto de la CGT de los Argentinos por parte de la Policía de Salta, el Delegado Regional Olivio Ríos, presentó por la mañana un recurso de amparo ante el juez de 1° Instancia, 1° Nominación, Dr. Adolfo Diez. Poco después de la seis de la tarde, el juez Diez se expidió denegando el amparo en “virtud de considerar que la vía administrativa no había sido agotada previamente, para hacer procedente el amparo solicitado”. En los considerandos de su resolución, el juez Adolfo Diez señala que, “una vez denegado el permiso solicitado por parte del jefe de Policía, correspondía haber apelado dicha resolución ante el Ministerio de Gobierno, y una vez denegada también por éste el permiso, recién entonces sería procedente el recurso de amparo”.
Por su parte, el doctor José María Saravia, presento en el mismo sentido un recurso de “Habeas Corpus” ante el presidente de la Corte de Justicia, doctor Roberto San Millán, quien denegó el mismo sosteniendo que “no había sido presentado en los tribunales competentes, ya que el presidente de la Corte es magistrado de apelación”. A esto el doctor José María Saravia opuso que, “por tradición, el “Habeas Corpus” puede presentarse ante cualquier juez de la República”.
Por su parte el “Habeas Corpus” presentado ante la jueza doctora Haydee Cáceres Cano en favor de los doctores Bernardo Solá y Salum Amado “por estar amenazada la libertad de ambos profesionales en su calidad de oradores del prohibido acto de ayer”, también fue denegado. En los fundamentos, la doctora Cáceres Cano señala que la reunión estaba prohibida en forma legal por no haber pedido la autorización con el tiempo que establece la ley 534, y (ello) no significaba amenaza de privación ilegítima de la libertad”.
Entre los detenidos, se encontraban los jóvenes Héctor Díaz y Aníbal Tilca, por distribuir volantes en la vía pública que invitaban al acto de la CGT. Ambos, fueron indagados por personal de Seguridad y acusados del delito de “Alteración del orden público”. A la mañana siguiente, los doctores Farat Salim y Ernesto Bravo lograron la libertad de ambos, luego de abonar una multa.