Esta la mañana, profesionales de la salud realizaron un nuevo abrazo simbólico al mayor establecimiento público destinado a la salud sexual y reproductiva en la provincia, el Hospital Público Materno Infantil (HPMI). La media sanción que obtuvo el proyecto que legaliza la interrupción voluntaria del embarazo en Diputados empujó a los médicos a las calles. Es la segunda convocatoria que realizan desde el sector.

El acto comenzó pasada las 11 de la mañana. Rodrigo Tezanos Pinto, de Profesionales por la Vida, hizo de conductor acompañado por una colega. La iniciativa, si bien estuvo más organizada que la anterior, en esta oportunidad convocó, al menos, a la mitad de personas.

Luego de criticar duramente el sistema de salud pública en el escenario, la pediatra con más de 40 años de experiencia, María Eugenia Iturrieta, en conversación con El Tribuno, se refirió a los colegas que practican abortos clandestinos.

Foto: Jan Touzeau

"Hace muchos años casi me sacan del Círculo Médico por denunciar eso. Dije que no podía ser que muchos médicos que hacen abortos tengan su matrícula profesional, cuando no estaba permitido y estaban matando. No se hace nada. Es muy difícil, porque la mujer que hace el aborto está indefensa y no se anima a denunciar al médico que lo hace", lanzó conmovida.

Un par de músicos amenizaron los diferentes testimonios con sus guitarras. Alejandra, en representación de las enfermeras dirigió una coreografía de baile a la que todos se unieron.

Con canciones que ya suenan como un himno en cada convocatoria y pedidos de políticas públicas, destacaron que el aborto "no es una solución". El "sí se puede" fue la frase de base para manifestarse en contra de la iniciativa que quedó en manos de los senadores nacionales y que se debe definir el 8 de agosto.

"Es cierto que muchas mujeres fueron madres jóvenes y hoy son madres que le llevan 15, 13 años a sus hijos y ellas rehicieron su vida, terminaron sus estudios y hoy sus hijos están también estudiando. Sí se puede y aquí estamos para acompañarlas, dijo a viva voz Tezanos Pinto.

A su turno, el obstetra López Cuesta habló del amor y la información a las embarazadas y pidió "que esta iniciativa no salga"."Para aquella mujer que decide no ser madre hay métodos anticonceptivos, acá los repartimos. En el San Bernardo se están haciendo vasectomías porque cuando hay un embarazo también hay responsabilidad del hombre", afirmó.

Entre los que aplaudieron sus dichos se encontraba el urólogo del hospital San Bernardo, Juan José Pizzani. El profesional señaló que "los 14 ginecólogos del hospital se han expedido en contra". "La responsabilidad es compartida", añadió.

María Castillo, médica de familia, acudió a la contención como forma de afrontar la situación. Recordando sus experiencias en la guardia, indicó que "el solo hecho de abrazarlas y preguntarles qué les pasa, el tener la apertura sobre cuál es su situación les hace sentirse contenidas y abren otras perspectivas", afirmó. Con un contundente "nosotros estamos dispuestos a ir presos por salvar vidas", provocó el aplauso de los presentes.

La aplicación de la objeción de conciencia fue cuestionada. "Puede darse en nosocomios donde hay muchos profesionales. Pero... ¿qué pasa en Tartagal, Embarcación, Chicoana donde la mayoría de los salteños, somos objetores?", preguntó Tezanos Pinto a través del micrófono.

Entre los presentes se encontraba el exgerente del Hospital Señor del Milagro, Álvaro Goyret. Haciendo hincapié en el juramento hipocrático que realizan los médicos al recibirse, aseguró que "si no hay médicos presos por el aborto, debería haberlo. Son tan criminales como el que agarra una 38 y le pega un tiro a una persona. Deberían ser perseguidos y puestos en la cárcel", advirtió.

Al finalizar, se llamó a participar de la "gran marcha nacional" que se está organizando para el 5 de agosto. "Llevemos cada uno a diez personas y seremos muchos", pidieron desde el escenario.

Docentes de la UNSa

Docentes de la Universidad Nacional de Salta participaron de la iniciativa. Volvieron a rechazar el pronunciamiento a favor de la despenalización del aborto que realizó el Consejo Superior de la UNSa el 28 de junio y hablaron de falta de consenso: “De los 24 que integran el Consejo, al momento de la discusión habían 14, de los cuales 10 estuvieron a favor”, aseguraron. 
Además, dijeron que dentro de la casa de altos estudios “hay jardín infantil disponible”, como ayuda a las madres. “No aceptaremos el rótulo de abortistas. Le pediremos al rector que no firme el documento y se dé marcha atrás”, plantearon.