Uno de los ocho prefectos detenidos por el crimen de Cristopher Rego (26) confesó haber disparado contra la camioneta que manejaba el joven en Nueva Pompeya, el domingo pasado, luego de que éste eludiera un control porque no llevaba los papeles del vehículo.

Se trata del ahora exoficial Pablo Brítez, quien declaró ante la jueza Yamile Bernan en la causa que investiga el asesinato de Rego. Durante la audiencia, al acusado le exhibieron las pruebas en su contra y los videos del momento del hecho. 

Marcha por Cristopher Rego (Clarín).

Fue entonces que Brítez reconoció que él fue el autor de los dos disparos contra la Peugeot Partner blanca de Rego, según dijeron a Clarín fuentes del caso.

Ahora Britez quedó imputado por homicidio agravado por su condición de miembro de una fuerza de seguridad y los otros agentes fueron acusados por encubrimiento agravado e incumplimiento de los deberes de funcionario público. Todos quedaron detenidos.

Cristopher Rego había sido padre 40 días atrás y esa madrugada manejaba una Peugeot Partner que había comprado poco tiempo antes a un conocido, por lo que aún no tenía los papeles. El joven apareció muerto con un balazo en un omóplato adentro de su camioneta, que había chocado contra otros vehículos. La Partner tenía también un disparo en la puerta de la derecha.

Jorge, papá de Cristopher

La investigación del hecho dio un giro determinante horas después, cuando un testigo le acercó un video al fiscal que sigue el caso, Daniel Pablovsky, quien está a cargo de la Fiscalía N° 31. En las imágenes se advierte que prefectos se acercan al vehículo, que ya había chocado con otros dos autos que estaban estacionados, y retiran unas vainas servidas para luego irse. De ese hecho habrían participado tres oficiales.

Así fue como las sospechas se centraron en los agentes de Prefectura que el día del crimen realizaban un control -aunque aún no están claras las circunstancias de ese operativo- sobre la avenida Amancio Alcorta, en el límite entre Nueva Pompeya y Parque Patricios, a 300 metros de la entrada de la Villa 21-24.

Marcha pidiendo justicia (Clarín)

Como primera medida, los investigadores ordenaron la detención de los ocho agentes que estaban de guardia esa madrugada. Ellos son el que confesó el crimen, Pablo Brítez, y sus compañeros Axel Díaz Guevara, Jaqueline Acosta, Javier Fernández, Cristian López, Lucila Carrizo, Rubén Viana y Mariano Paredes. La Justicia no estableció aún la responsabilidad individual de cada uno.

Todos fueron exonerados de la Fuerza por el Ministerio de Seguridad de la Nación. "Tomamos la medida porque no informaron el hecho ni dieron aviso a los jefes y no realizaron el acta correspondiente", confirmaron fuentes oficiales.

Fuente: Clarín