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Entre los relatos del chofer de Roberto Baratta el nombre de IECSA, empresa que formaba parte del holding de la familia Macri, y Sánchez Caballero se repitieron al menos una decena de veces.
6 DE Agosto 2018 - 08:52
Ayer Javier Sánchez Caballero reconoció que pagó coimas al gobierno de los Kirchner y detalló la ruta de los dólares que recibían los funcionarios de manos de contratistas del estado.
Sánchez Caballero fue el CEO de IECSA y mano derecha de Angelo Calcaterra, dueño de la constructora y primo del presidente Mauricio Macri. Tras quedar envuelto en la investigación de Odebrecht, por sus ramificaciones en la Argentina, la empresa fue adquirida en 2017 por el grupo empresario que comanda Marcelo Mindlin, dueño de Edenor, que lo desplazó y ubicó en ese lugar a su hermano Damián.
El hombre de 63 años es conocido en el mundo de la construcción por su gran capacidad de generar buenos vínculos con los gobiernos de turno. Esto le valió suntuosos contratos a la firma que estuvo en el ojo de la tormenta en más de una oportunidad. Había desarrollado su perfil ejecutivo en Sideco.
Desde hoy, tras la validación del juez Claudio Bonadio del acuerdo que firmó el empresario con el fiscal Carlos Stornelli, el futuro judicial de Sánchez Caballero es incierto.
Entre los relatos del chofer de Roberto Baratta el nombre de IECSA y Sánchez Caballero se repitieron, al menos, una decena de veces.
Una de las últimas fue del 4 de agosto de 2015. Era el martes previo a las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO). Sánchez Caballero no sabía que el primo del dueño de la firma sería presidente cuatro meses después.
Fuente: La Nación