La causa a cargo del juez Claudio Bonadio basada en los cuadernos supuestamente escritos por el exchofer Oscar Centeno se convirtió en una "puerta giratoria" para los supuestos empresarios arrepentidos, que brindaron su testimonio sobre una supuesta extorsión relativa a aportes de campaña para el kirchnerismo. 
El exdirectivo del Grupo Techint, Héctor Zabaleta, permaneció menos de 24 horas detenido con la promesa de declararse "colaborador" de la Justicia y suministrar más nombres a la trama que ya acumula cinco imputados bajo la figura que los excarcela, y una veintena de detenidos bajo el supuesto delito de conformar una asociación ilícita que comandaban Néstor y Cristina Kirchner. 
Había 9 registros en las fotocopias del cuaderno N° 4 que mencionaban traslado de bolsos del holding perteneciente a Paolo Rocca sin especificar montos, ni si se trataba de dinero efectivo, más allá del término "dividendos" que quedaba asentado en la bitácora. Ayer fue el turno de las indagatorias del excadete Rudy Ulloa Igor -que se negó a declarar- y del exoperador Javier Fernández que figuraba como uno de los destinatarios de fondos en una de las paradas que tenía el recorrido con presuntas coimas. 
Ayer también fue el turno de las exposiciones el exsecretario de Energía Jorge Mayoral, y el exsubsecretario nacional de Obras Públicas Germán Nivello. Pese a que Techint había desconocido el relato de los cuadernos del exchofer de Roberto Baratta y rechazó cualquier vinculación a la trama denunciada, el exdirector de administración -que aparece en más de 30 compañías asociadas al gigante industrial- asumió responsabilidad y negoció con el fiscal Carlos Stornelli el 
estatus de imputado colaborador, lo que lo eximió de prisión. 

Los empresarios

Así completa el grupo que iniciaron Juan Carlos de Goycoechea (ex Isolux), Javier Sánchez Caballero (ex Iecsa), Ángelo Calcaterra -primo del presidente Mauricio Macri- y el propio Centeno. Sin nuevos hallazgos y con un guión repetido por parte de los hombres de negocios  que adujeron aprietes a cambio de financiamiento electoral, la causa va desinflándose en el ímpetu inicial. Nadie menciona la palabra "coimas" a cambio de la adjudicación de obra pública durante el kirchnerismo, algo que parecía describir la serie de escritos realizados a partir de los supuestos recorridos que hizo el exchofer de Planificación Federal. 
"Lo llevé al Lic. al edificio de Techin (sic), donde subió Héctor al auto y bajaron con su tarjeta al segundo subsuelo, donde le entregó a Baratta un paquete con dinero y luego salimos a la calle, donde se bajó Héctor y nosotros seguimos. Lo llevé al búnker de Scalabrini Ortiz 3358, dejó el paquete y lo llevé al Lic. al ministerio (sic)", escribió el chofer Centeno en sus cuadernos que datan de octubre de 2008 y mencionan un supuesto "búnker" donde se descargaba el dinero contenido en los bolsos. 
Techint había anticipado una "investigación interna" porque desconfiaba de las fechas inscriptas en los registros del exchofer, y se había desligado de cualquier maniobra hasta que en la tarde del lunes hubo allanamientos en sus oficinas (que también habían ocurrido el miércoles pasado) y se terminó con la detención del exejecutivo ya desvinculado de la compañía. 

Los relatos 

"Lo que dicen los cuadernos es todo mentira. Jamás entregué una valija y un bolso y no conozco a los empresarios", afirmó Javier Fernández, en lo formal, integrante de la AGN pero conocido por haber sido el principal operador del kirchnerismo en el Poder Judicial. Su domicilio figuraba en una de las anotaciones como una de las estaciones del recorrido que realizaban en el Toyota Corolla. El actual auditor se mostró seguro de su defensa y desafió el contenido de las revelaciones que algunos empresarios sostienen que es fruto de una puntillosa labor de servicios de inteligencia.
La Cámara Federal va a tener que intervenir en breve para comenzar a validar todo lo actuado en cuanto a lo procesal, pero hasta ahora, de todos los imputados, casi un tercio de ellos han pedido ser "arrepentidos". 
Hoy habrá un nuevo capítulo hoy con la indagatoria del exjuez Norberto Oyarbide, que declarará como imputado por tres encuentros donde supuestamente se negociaba el destino de fallos judiciales bajo su órbita. Para que exista un correlato con las expectativas generada en torno a este caso, debería aparecer pronto alguna confesión o dato de sobornos efectivamente pagados al kirchnerismo para que se sostenga la hipótesis inicial de que Cristina de Kirchner heredó una estructura delictiva diseñada por el expresidente Néstor Kirchner para recaudación ilegal.

Fuente: Ambito Financiero