Una organización criminal dedicada a ingresar de contrabando equipamiento para producciones cinematográficas y publicitarias, que previamente había sido robado a empresas productoras de Hollywood, en los Estados Unidos, fue desbaratada tras un importante operativo realizado por la Policía Federal Argentina.

El operativo, denominado "Operación Hollywood Stolen" incluyó una decena de allanamientos realizados en distintas empresas ubicadas estratégicamente en el polo audiovisual del barrio porteño de Palermo.

Fuentes policiales informaron que durante los procedimientos se secuestró una buena cantidad de equipamiento técnico y tecnológico de última generación que es utilizado en las producciones audiovisuales, valuado en un monto superior a los cien millones de pesos (más de 2,5 millones de dólares).

Entre los elementos secuestrados figuran cámaras filmadoras, lentes especiales, accesorios, set de iluminación, grupos electrógenos, entre otros. Los investigadores analizaban ahora las pruebas y la documentación secuestrada, para establecer las responsabilidades de las personas involucradas y las sociedades comprometidas en la maniobra.

De las averiguaciones surge también que los integrantes de las diferentes sociedades comerciales son las personas sospechadas como principales partícipes de la maniobra criminal. En total hay 17 personas involucradas.

Modus operandi

La industria cinematográfica y publicitaria contrata productoras para el desarrollo de sus contenidos. Estas, en virtud del altísimo costo de los equipos tecnológicos, no poseen stock de equipamiento, sino que se los alquilan provisoriamente a empresas denominadas "rentals", las cuales basan su negocio en la adquisición de esos equipos para luego lucrar con su arrendamiento en reiteradas oportunidades.

Los voceros policiales consultados indicaron que la banda delictiva se quedaba con los equipos sustraídos en el extranjero, para luego ingresarlos ilegalmente a la Argentina y proveer a los "rentals", a un costo muy inferior al de mercado. Mientras se realizaban los allanamientos, los investigadores mantuvieron un contacto online con los policías de Nueva York, pudiendo establecer que los equipos que iban encontrando tenían denuncia de robo en distintas ciudades americanas.